Situación grave
Evidentemente, nuestro país se está convirtiendo en el cambalache que retrató el gran poeta y dramaturgo Enrique Santos Discépolo. No se necesitan grandes luces para contemplar que hoy todo gira alrededor de una sola persona: la actual vicepresidenta de la Nación, que desde su sitial mueve los hilos y maneja a sus adláteres, como marionetas. Y la casi totalidad le responde ciegamente. Como su situación procesal sigue muy complicada, con causas en su contra por graves delitos, sus órdenes embozadas, orientadas a minar al Poder Judicial y a los magistrados a cargo de ellas, en procura de su impunidad, pasan a formar el centro de las políticas de Estado. El Presidente embiste contra la Corte Suprema, se inmiscuye en procesos judiciales y critica a los jueces, olvidando el sabio principio del artículo 109 de la Constitución nacional. Para peor, pretende que una comisión del Poder Legislativo controle a ese poder y a sus integrantes. En una palabra: se está haciendo tabla rasa con la independencia y separación de los poderes que debe existir en un régimen republicano.
Si la oposición y los ciudadanos no tomamos conciencia de la gravedad de la situación, veremos “llorar la Biblia junto al calefón”, como decía Discepolín en “Cambalache”, nunca más actual.
José Luis Méndez Villafañe
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