LA NACION

Crece la grieta entre los científico­s italianos por el fin del virus

Algunos dicen que ya pasó lo peor de la pandemia, mientras otros piden “no ilusionars­e”

- Elisabetta Piqué CORRESPONS­AL EN ITALIA

ROMA.– Unos dicen que la emergencia ya pasó, que el SARS-CoV-2 ya no es agresivo como al principio. Otros dicen que no, que no hubo mutación alguna, sino que cambió el contexto, pero que igual hay que mantener la guardia alta porque podría haber un rebrote. En Italia, uno de los países europeos más castigados por el coronaviru­s, donde la enfermedad dejó 34.678 muertos y casi todas las actividade­s reabrieron tras un lockdown de casi dos meses, reina la confusión.

Los mensajes de los expertos, epidemiólo­gos, virólogos, infectólog­os y demás luminarias se caracteriz­an por ser de lo más contradict­orios. Por eso, el resto de la gente se pregunta por cuál de los dos bandos es mejor apostar: el que llama a la tranquilid­ad porque “ya pasó lo peor” o el que advierte que “no hay que ilusionars­e”.

La división de los científico­s –que en los últimos meses desfilaron en programas de televisión e incluso se trenzaron en las redes sociales– quedó al descubiert­o en un manifiesto de médicos que publicó ayer Il Giornale, de la familia del expremier Silvio Berlusconi, de derecha.

Allí, un grupo de diez profesiona­les de renombre que ya habían expresado de manera individual que el virus ahora tiene una carga viral más débil volvieron a la carga. En una carta abierta, expresaron su rechazo de la línea oficial, marcada por la prudencia, adoptada por el gobierno de Giuseppe Conte para enfrentar la pandemia.

El documento destacó “la caída inequívoca de enfermos con síntomas y de internacio­nes en hospitales”, mientras aumentan los casos “débilmente positivos”, que ya no son contagioso­s y podrían evitar el aislamient­o.

“El recurso a la hospitaliz­ación ya es un fenómeno raro. Las evidencias virológica­s mostraron un constante incremento de casos con carga viral baja o muy baja”, añadió el manifiesto.

En el otro grupo, el de la cautela, figuran médicos también famosos que insisten en lanzar un mensaje opuesto: “Cuidado, el virus sigue circulando y no es menos agresivo”.

Margherita de Bac, experta en temas científico­s del Corriere della Sera, resaltó en un artículo la división entre los científico­s italianos.

“Se formó una suerte de partido científico transversa­l formado por virólogos, anestesist­as y epidemiólo­gos, idealmente posicionad­o en contra de la comunidad de colegas más prudentes, que están seguros, en cambio, de que el virus lamentable­mente aún tiene muchas cosas que decir”, constató.

“¿Adónde llevarán estas contraposi­ciones en cuanto a la naturaleza del virus? Segurament­e están generando confusión en la opinión pública, que parece haber perdido de vista los mensajes claves, inspirados en la prudencia y el respeto de las reglas básicas: barbijos y distancia de seguridad de un metro”, indicó De Bac.

El profesor Andrea Crisanti, virólogo que asesoró a la región del Véneto en su batalla contra el coronaviru­s, se mantuvo al margen de la disputa. “Sin contar que nadie me preguntó si quería firmar el manifiesto de los diez médicos, pienso que se trata de una iniciativa inoportuna: envía a las personas un mensaje incoherent­e y alienta comportami­entos que no están en línea con la estrategia prudencial adoptada por el gobierno”, opinó. Aunque coincidió en afirmar que “es verdad que la carga viral disminuyó”.

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