El Gobierno no pagará la deuda local en dólares hasta 2021
La decisión postergará vencimientos que podrían llegar al menos hasta US$10.000 millones emitidos bajo legislación argentina; se justificó en el deterioro por la crisis económica y social por el coronavirus; los casos ayer llegaron a 1554
El propio Alberto Fernández ya lo había advertido: “El pago de la deuda puede esperar”, dijo anteayer. Finalmente, mediante un decreto de necesidad y urgencia que se terminaba de ajustar anoche, el Gobierno decidió postergar para el año próximo el pago de vencimientos de deuda en dólares emitida bajo ley local, que podrían llegar al menos hasta US$10.000 millones.
La medida significa un default técnico, ya que la norma cambia los términos de un contrato del Estado argentino con los acreedores de manera unilateral. El año pasado, el gobierno de Mauricio Macri resolvió reperfilar las letras del Tesoro. Ahora, se incluirán también los bonos que debían cancelarse este año. Los mayores vencimientos eran los Bonar 20 y 24, que tenían que pagar intereses y amortizaciones por US$4274 millones.
El decreto señala también que “los pagos de intereses y amortizaciones de capital de los títulos serán reemplazados, a la fecha de su vencimiento, por nuevos títulos públicos cuyas condiciones serán definidas”.
El Gobierno fundamentó la decisión en el deterioro de las condiciones económicas y sociales provocado por la pandemia y la alteración de los plazos para la reestructuración de la deuda. La decisión se conoció en la jornada en la que se informaron 103 nuevos casos, con lo que los infectados llegaron a 1554. Los muertos ascienden a 46.
El Gobierno decidió postergar el pago de al menos US$10.000 millones de deuda emitida bajo ley local para 2021. La medida fue leída por los operadores del mercado como un default técnico, ya que, de manera unilateral, cambiará los términos del contrato con los acreedores.
El año pasado, el gobierno del presidente Mauricio Macri había resuelto reperfilar las letras del Tesoro (LETE), que luego fueron rereperfiladas por el ministro de Economía, Martín Guzmán, a 20 días de asumir. El pago de estas letras se diferirá nuevamente, pero además se incluirán la gran mayoría de los bonos que vencían este año, además de otros títulos públicos. Según el decreto de necesidad y urgencia que se preparaba anoche, la postergación alcanzará tanto al capital como a los intereses. Los mayores vencimientos eran los Bonar 20 y 24, que debían pagar intereses y amortizaciones por US$4274 millones.
Por bonos bajo ley extranjera a la Argentina le quedan pagar este año aproximadamente US$3300 millones, que, a juicio de los expertos, podrían pagarse con reservas sin demasiados contratiempos. Sin embargo, a partir de este decreto, la negociación de deuda bajo legislación extranjera también podría cambiar. “La gran pregunta, la del millón, es si esto es para hacer espacio para pagar la deuda bajo ley extranjera o no”, se preguntó un analista de un banco internacional.
la nacion intentó comunicarse con los voceros del Ministerio de Economía, pero no obtuvo una respuesta. Tampoco de la Secretaría de Finanzas. La comunicación sobre la iniciativa que se publicará en el Boletín Oficial vino directamente de Presidencia.
La semana pasada, Guzmán anunció que en los próximos días harían la propuesta de canje para negociar la deuda emitida bajo ley extranjera, y reafirmó su decisión de tratar de manera igualitaria a aquellos acreedores que tuvieran legislación local y extranjera.
Sin embargo, luego de una reunión presidencial con las cámaras empresarias y la CGT en Olivos, donde se analizó la situación económica, en la Casa Rosada se tomó una decisión que no se contemplaba hasta el momento, por lo menos en los manuales de Guzmán: un nuevo reperfilamiento unilateral de parte de la deuda. Según el borrador del decreto, el Gobierno exceptuará del diferimiento a los instrumentos intrasector público, en los cuales incluye las letras intransferibles del Banco Central, pero se verá afectado el FGS de la Anses, portador de muchos de estos títulos.
“Es una buena decisión, porque como quedan pocos dólares, de alguna forma tenían que elegir qué pagar. Cuando hablaban de darle el mismo tratamiento a la deuda local que a la extranjera, la idea siempre era hacer la misma oferta. Siempre dijeron que primero querían arreglar la ley extranjera y después la local. Como viene un pago importante en mayo y no van a tener arreglada la parte de deuda extranjera, entonces lo más esperable era postergar”, opinó Miguel Kiguel, exsecretario de Finanzas.
“No creo que vaya a tener impacto en la deuda de ley extranjera. Es más: en la medida en que el Gobierno siga pagando la deuda extranjera da una señal de que quiere evitar el default y lo veo positivo. Yo creo que, si no se puede llegar a un arreglo, y para evitar el default, se podría tratar de postergar por lo menos dos años los pagos de capital y bajar los de intereses, para que, con más perspectiva, con una visión de largo plazo y pasada la crisis del coronavirus, se pueda hacer una negociación más razonable”, agregó el director de Econviews.
Otro analista coincidió en que el Gobierno no puede seguir pagando deuda todo el año. “Esperan un acuerdo por la deuda externa para enmarcar una reestructuración similar para la doméstica. Creo que cualquier decisión en el ínterin está supeditada a este plan”, opinó.
Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, dijo que con este reperfilamiento queda “lastimada toda la credibilidad del proceso”. “Se complicará todo mucho más. Antes se habían reperfilado las letras, que era todo capital. Ahora también incluyen los bonos en dólares. Estamos por ahora asistiendo a un default secuencial. Tuvieron que reperfilar porque no tienen más financiamiento, no tienen dólares y prefieren priorizar la deuda extranjera, en la que es más costoso hacer default. Con la ley local, pueden hacer lo que quieren. No hay cláusulas de acción colectiva y hay jurisprudencia. Es difícil que el mercado no lo vea como un anticipo de un default total”, indicó el economista.