Un fallo facilita a Zanella la venta de su marca de motos a Corven
Un juez dejó sin efecto la medida cautelar que se lo impedía
La Justicia de la provincia de San Luis sumó un nuevo capítulo a la polémica que rodea la venta de la empresa fabricante de motos Zanella, en concurso de acreedores desde 2003. El Juzgado de Instrucción en lo Penal Nº 3 de la Primera Circunscripción Judicial dispuso dejar sin efecto una presentación cautelar que le impedía a Zanella disponer de la marca y de otros activos, lo que la firma consideró una “maniobra fraudulenta con la intención de inducir a error a la Justicia”.
En este marco, Zanella emitió un comunicado en el que vinculó esa cautelar con la empresa dueña de su competidora Motomel, La Emilia, aunque no aparece relacionada explícitamente en el fallo. “Esa medida cautelar fue presentada por una supuesta acreedora del concurso preventivo de la compañía y llamativamente coincidió con una batería de acciones judiciales y mediáticas desplegadas por el empresario Marcelo Meller, de La Emilia, con la intención de evitar la genuina operación de compra concertada entre Zanella y la empresa IMSA, miembro del Grupo Iraola/Corven”, apuntaron en el comunicado.
Por su parte, fuentes de La Emilia aseguraron a la nacion que “no tienen nada que ver con la cautelar a la que se hace referencia”. Y señalaron: “De ninguna manera La Emilia promovió esa cautelar, sino que fue iniciada por un tercero con el que los miembros de la empresa no están vinculados”.
Según consta en el expediente, la causa se originó en una denuncia radicada por María Alejandra Cebrelli, que invoca “su calidad de legítima acreedora verificada del concurso”. Cebrelli consideró que el juez de la causa incurrió en la comisión del delito de “administración infiel” al no tomar en consideración, al momento de la venta, la oferta de La Emilia, que duplicaba la del comprador privilegiado.
En Zanella confirmaron a la nacion lo que se puede advertir en la red social Linkedin: quien interpuso la cautelar es una exempleada de Zanella que se desempeñaba en el área de Tesorería. Según explicó Soledad Fraire, apoderada general de la firma, Cebrelli todavía trabajaba en la empresa cuando interpuso la denuncia en la Justicia y, luego de reclamar una deuda salarial vía carta documento, “se consideró despedida”.
“No conocemos al abogado que la patrocina en San Luis, pero sí sabemos que forma parte de un grupo de abogados que está trabajando con La Emilia SA”, dijo.
En el comunicado, Zanella afirma que el fallo “es la primera demostración concreta de la serie de irregularidades promovidas por La Emilia en su afán de impedir la concreción de una operación concertada entre partes, en un marco de absoluta legalidad y transparencia, después de una extensa y colaborativa negociación”. Además, ratifica que se acordó la venta de la marca Zanella a la empresa IMSA en un contexto de “pleno uso de los derechos de propiedad que la empresa ostenta y que son indelegables”.
En diálogo con la nacion, Marcelo Meller, presidente de Motomel, había explicado la semana pasada que el grupo La Emilia hizo una oferta de $245 millones para quedarse con la marca Zanella que, en un marco de crisis y achicamiento de su producción, la empresa decidió venderla.
Según aseguró, pese a haber ofertado el doble y la preservación de los “alrededor de 70 puestos de trabajo” de la planta de San Luis, el juez Agustín Ruta –que tramita el concurso– “prefirió aceptar” la oferta de IMSA, de $117 millones. Por este motivo también iniciaron un pedido de recusación sobre el juez Ruta.
Frente a la acusación de Zanella, que dijo que la oferta de Motomel no fue cursada por el medio correspondiente, Meller contestó que su empresa hizo la oferta por escrito ante la Justicia y que incluso tuvo una reunión con directivos de Zanella en la que les manifestó su interés por la marca. •