Azerbaiján y Armenia
no parece que la intención de la embajadora de armenia no fuera continuar el debate sobre el conflicto entre armenia y azerbaiján, cuando dedica unas cuantas líneas para hacerlo. Dicha cátedra no es el primero y no será el último lugar donde hablamos sobre la ocupación de los territorios de azerbaiján por armenia. Siempre alzamos nuestra voz desde las tribunas de grandes organismos internacionales como ONU, Mpna, UE, ce, Otan, OSCE, organismos que no fueron creados contra armenia, pero aprobaron varios documentos sobre esta ocupación. Suficiente citar las resoluciones del cs de la ONU, calificadas por la embajadora como sin efecto, pero que en realidad guardan su vigor como documento legal internacional y contienen las siguientes demandas: exige “la retirada inmediata, completa e incondicional de todas las fuerzas de ocupación del distrito de Kelbayar (822), agdám (853), Zanguelan y de otras zonas recientemente ocupadas de azerbaiján”; insta al gobierno de armenia “a que utilice su influencia para lograr que los armenios de la región de nagorno-karabagh de la República de azerbaiján acaten las resoluciones 822, 853 y 874 …” (Res. 884).
Antes de acusarme de inventar genocidios, la embajadora debería acordarse de las confesiones de Serge Sargsyan, expresidente de armenia, quien habló de ese crimen con orgullo: “antes de Jodyalí, los azerbaijanos creían que lo nuestro era un chiste, que los armenios no eran capaces de levantar la mano contra la población civil. Pudimos romper ese estereotipo”.
Azerbaiján, como un país reconocido por su tolerancia religiosa y valores de multiculturalismo, ha salvaguardado monumentos de distintas culturas, entre ellos, la iglesia armenia que se encuentra en pleno centro de la capital, Bakú. Mientras armenia sigue destruyendo todos los monumentos azerbaijanos en los territorios ocupados. Rashad Aslanov Embajador de azerbaiján