Cumplir la Constitución. Debate sobre la corrupción y la falta de apego a la ley
Un panel del Coloquio de IDEA analizó la relación entre los argentinos y las leyes; la independencia del Poder Judicial, en discusión
Bajo el título “Cumplir la Constitución: el gran desafío”, el Coloquio de IDEA reunió en la edición de este año al psicoanalista José Eduardo Abadi, al especialista en consumo Guillermo Oliveto y a la presidenta de Transparencia Internacional, Delia Ferreira Rubio, para disertar sobre “los argentinos y el cumplimiento de la ley”.
“Hemos probado toda clase de modelos y el resultado fue que del orgullo que teníamos de ser el país de la región con mayor capital per cápita hoy estamos en el quinto o sexto lugar de la región. La pregunta es si hay algo que nos faltó hacer. Hay algo que no hemos hecho, que es cumplir con la Constitución”, introdujo la directora para la Región Sur en Whirlpool América Latina, Paula Altavilla, al presentar el panel .
Los escuchaban cientos de CEO y ejecutivos que se reunieron en la ciudad de Mar del Plata por el Coloquio de IDEA.
Oliveto, CEO de la consultora W, expuso ante el auditorio los resultados de una serie de focus groups. “Solo dos de cada diez argentinos dijeron que la calidad institucional en el país es buena”, dijo. Y agregó: “Los argentinos dicen que es por una cuestión cultural, por falta de educación y porque faltan premios y castigos”.
“Ahora bien, cuando uno pregunta ‘¿Cómo sos vos?’, la respuesta es ‘Yo, bárbaro’”, bromeó Oliveto, y despertó risas en el auditorio. “Hay un ‘ellos no cumplen y yo sí’”, resumió.
“El 55% de los consultados nos dicen que en este país es peor parecer corrupto que tonto. Y el 78% señaló que los argentinos no cumplen la ley en el país, pero sí la cumplen cuando van al exterior”, expuso Guillermo Oliveto, para fundamentar su conclusión.
“El impacto de las ciclocrisis genera una mirada muy cortoplacista e individualista, con cierto descreimiento y escepticismo”, resumió el consultor.
Índice de corrupción
Ferreira Rubio, titular de Transparencia Internacional, exhibió frente a los empresarios un mapa de calor mundial con el índice de percepción de la corrupción en el sector público. “La Argentina tiene 40 de cien puntos posibles. Ha mejorado en estos últimos años: en 2015 sacó 32 puntos y estábamos aplazados. El año pasado llegó a 40, pero hay mucho por hacer”, apuntó.
Y comparó con la región: “Uruguay tiene 70 puntos y Chile, 67. La diferencia en esos países es cómo se reacciona cuando hay corrupción, cuánta tolerancia tienen las sociedades”.
Para la especialista, “hay una gran coincidencia entre respetar el Estado de Derecho y la transparencia del sector público”.
“El principal problema para hacer negocios en Latinoamérica es la burocracia estatal. Luego aparecen la corrupción y la presión tributaria… ¿Les suena?”, les preguntó Ferreira Rubio a los empresarios del auditorio.
Consultada sobre la independencia judicial, la especialista manifestó: “No podemos decir que todos los jueces sean corruptos. Hay un problema en aquellos fueros o instancias en las que el individuo se tiene que enfrentar con el Estado”.
A su turno, Guillermo Lipera, secretario de IDEA y socio de Bulló Abogados, advirtió: “Sin un Poder Judicial independiente es imposible que un país sea sustentable”.
“El oficialismo en el Consejo de la Magistratura hoy tiene derecho de veto para designar y para iniciar juicios políticos contra los magistrados. Es necesario promover una nueva ley o que la Corte Suprema diga que esto es inconstitucional. La independencia así está en jaque mate”, subrayó el abogado.
A su vez, el psicoanalista José Eduardo Abadi apuntó: “¿Cuántos años llevamos haciéndonos esta pregunta sobre por qué no cumplimos con la Constitución? Tenemos una compulsión a la repetición”.
Y agregó: “Los argentinos tenemos una cierta dificultad en registrar al semejante. Sin lazos y vínculos no hay confianza, no hay un destino común. Entonces no puede haber un proyecto, no nos animamos a lanzar una aventura. Sin comunidad predomina lo narcisista, la apología del verbo zafar”.
“Tenemos que pensar de qué modo nos ocupamos del mundo. Como tenemos una sociedad de la ternura en lugar de una sociedad de la violencia”, concluyó Abadi, en su exposición.