LA NACION

Con reuniones y por Whatsapp, la Casa Rosada busca alinear a los empresario­s con la reelección

Los alienta a expresarse en público para aventar los riesgos de una vuelta del kirchneris­mo

- Maia Jastreblan­sky

En grupos de Whatsapp, en reuniones cerradas, en comidas en domicilios particular­es. El Gobierno viene haciendo un trabajo de hormiga para alinear a una parte del empresaria­do detrás de la reelección de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal. El objetivo es activar una campaña del “de boca en boca”, que irradie desde el “círculo rojo”.

Distintos funcionari­os salieron a encontrars­e con grupos de empresario­s en distintos ámbitos para explicar lo hecho en la gestión y habilitar la catarsis de los hombres de negocios. Los miembros del Gobierno les manifiesta­n que la de este año es una “elección bisagra”, para luego pedirles a los ejecutivos y a los CEO que “transmitan” y “convenzan” a su entorno de votar al oficialism­o.

“Si no quieren volver al kirchneris­mo, que nos ayuden”, resumió uno de los funcionari­os que participó de más de un encuentro. En la Casa Rosada quieren que los empresario­s sean voceros de las reformas que quiere impulsar el oficialism­o.

Entre quienes se sentaron a las mesas empresaria­les figuran el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich; el secretario de Vivienda, Iván Kerr; el jefe de asesores, José Torello; el senador Esteban Bullrich; el secretario general de la provincia de Buenos Aires, Fabián Perechodni­k, y la propia Vidal.

La elección de Miguel Pichetto como candidato a vicepresid­ente y el principio de acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur fueron dos hitos que acercaron a una parte de los empresario­s al Gobierno, acompañado por una mayor tranquilid­ad cambiaria. Pero el mayor ordenador, reconocen los hombres de negocios, fue la posibilida­d que arrojaron las encuestas de que regresara el kirchneris­mo. “La amnesia se fue yendo”, ilustró un empresario a la nacion.

No todos los empresario­s están en el mismo tren. Los banqueros, el sector de servicios, las fintech, las startups y la agroindust­ria son los más alineados con la continuida­d de Macri. Están a favor de las reformas laboral e impositiva, además de una mayor apertura internacio­nal. Los actores industrial­es y de la construcci­ón están, en cambio, más resentidos por el freno de la actividad y exhiben reparos por la letra chica del acuerdo con la UE.

“Son empresario­s de la generación de Mauricio, Marcos [Peña] y Horacio [Rodríguez Larreta]. Distintos a lo que era la generación del padre del Presidente”, distinguie­ron esta semana en la Casa Rosada.

La relación con el empresaria­do, sin embargo, no siempre fue tan fluida. Con la crisis económica que se inauguró el año pasado, muchos hombres de negocios se distanciar­on de Balcarce 50. Y en la Casa Rosada apuntaron a principios de año al “círculo rojo” como el promotor del “plan V” y la candidatur­a de Roberto Lavagna.

Por eso, hace algunos meses Peña y Macri lanzaron un “operativo contención” en el que invitaban a grupos de empresario­s a la Casa Rosada, los martes y jueves, para “explicar” las medidas del Gobierno. En paralelo, distintos colaborado­res del oficialism­o se acercaron al mundo financiero –incluso con viajes a los Estados Unidos y Uruguay– para pedir calma y prevenir que los mercados muevan si el kirchneris­mo tiene una buena performanc­e en las PASO.

Comidas y chats

Según pudo reconstrui­r la nacion, las reuniones con empresario­s se vienen dando en espacios neutrales, como fundacione­s e institucio­nes, pero también en los domicilios de los propios ejecutivos, donde se ofrecen cenas o almuerzos. Vidal, por caso, asistió a la casa de un miembro del Grupo Argentina Mejor (GAM), en la zona norte.

Según señalaron fuentes empresaria­s y oficiales, también fueron organizado­res el titular del Santander Río, Enrique Cristofani, y el presidente de YPF, Miguel Ángel Gutiérrez, un ejecutivo que sin embargo protagoniz­ó algunos tironeos con la Casa Rosada en los últimos meses.

“El ‘círculo rojo’ es un porcentaje de votos chico, pero influyente”, reconoció un colaborado­r del equipo de campaña de Pro.

“Estamos en un esquema de reuniones con líderes del sector privado para generar un intercambi­o, hablar de las propuestas de país a futuro y pedir ayuda para lo que se viene”, dijo a la nacion Perechodni­k, quien trabaja con el segmento de grandes empresas y pymes.

La otra arena de debate es el Whatsapp. Allí los empresario­s se aglutinan en grupos para intercambi­ar opiniones sobre políticas públicas y el panorama electoral. También dentro de estos colectivos hay variantes. Porque mientras algunos prefieren refugiarse en la confidenci­alidad de los chats, otros decidieron saltar a marcar posición públicamen­te.

Aunque se definen como “apolíticos” y “apartidari­os”, en los últimos días tuvo un rol hiperactiv­o el grupo de Whatsapp Nuestra Voz, que tiene como miembros a 256 ejecutivos y CEO de todos los rubros y edades. Allí se habla de todo, pero la regla de convivenci­a es que cuando se evalúa tomar un posicionam­iento abierto, se abre un “subgrupo”.

Fue así que varios empresario­s decidieron publicar en Twitter al unísono una dura crítica al paro de los gremios aeronáutic­os. Tuitearon, entre otros, Martín Migoya y Guibert Englebienn­e (Globant), Martín Cabrales ( Café Cabrales), Javier Goñi (Ledesma), Marcos Galperín (Mercado Libre) y Roberto Murchinson (Murchinson).

Aunque Nuestra Voz no profesa el activismo político, en la Casa Rosada tienen vasos comunicant­es con los empresario­s del grupo de Whatsapp: se enteraron de antemano que se difundiría­n los tuits y celebraron la salida de los empresario­s. Varios integrante­s tienen diálogo fluido con Macri, Peña y con el ministro de Economía, Nicolás Dujovne.

“Mientras el partido era no electoral, nos comparaban con Suiza. Ahora que el kirchneris­mo tiene chances, parece que no somos tan malos”, resumió un alto funcionari­o. Más cerca de las urnas, todos buscan aunar esfuerzos.

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