Ahorro. Alternativas para invertir en dólares
Opciones para distintos perfiles de inversores: con riesgo local y alto rendimiento, o a través de fondos apostando por activos extranjeros
Para pasar el invierno, y también la primavera, en tiempos de altísima volatilidad y tembladeral político, los ahorros que no vayan a usarse en el cortísimo plazo deben estar en dólares. “Hasta que el escenario político no aclare sugerimos mantener las carteras altamente dolarizadas, optando por instrumentos con baja exposición al riesgo argentino que permitan preservar el valor del capital”, recomienda bien concreto Damian Zuzek, head portfolio manager de SBS Fondos
Ahora bien, ¿conviene poner los dólares en el colchón, en plazo fijo bancario o ninguna de esas alternativas? Ninguna de esas dos opciones está entre las recomendadas por los especialistas en finanzas. La primera por no sumar valor y ser insegura; la segunda por aportar tan poco rendimiento que no resulta eficiente. “Por faltadeaplicacióndedólares[serefiere a aplicación en líneas de crédito], la tasa de interés de los depósitos en dólares está muy baja, apenas supera el 1%anual,loquenocubrelainflación”, plantea Marcelo Otermin, portfolio manager de ICBC Investment. “En el mercado de capitales hay alternativas más rentables que el depósito a plazo fijo”, afirma por su lado, Marcelo Elbaum, gerente de negocios institucionales de Allaria .
En ese sentido, para los que tratan de escapar por completo del riesgo argentino, Elbaum recomienda directamente las letras del Tesoro americano, que “a seis meses de plazo rinden 2,3% anual”.
Más a la mano de cualquier inversor minorista argentino están los fondos comunes de inversiones (FCI), que tienen en cartera activos extranjeros. “Los FCI que invierten en deuda denominada en dólares de corto plazo emitida en Estados Unidos, Chile y países del Mercosur buscando la mejor combinación entre carry y preservación de capital, aportan un valor agregado de seguridad adicional, y son un vehículo sin exposición al riesgo argentino”, explica el economista Nicolás roset, de Clínica Financiera.
Otermin va en el mismo sentido: “Son especialmente atractivos fondos comunes con inversiones en títulos públicos y corporativos chilenos y de Estados Unidos, con calificación de riesgo investment grade y plazo promedio menor a un año”. “Con esa calidad crediticia y plazo corto, resulta de mínimo riesgo y muy estable para un inversor conservador”, dice el ejecutivo de ICBC, y agrega que se puede apuntar con un activo de este tipo a un rendimiento anual cercano a 2%.
“Sugerimos tener al menos el 80% de la cartera dolarizada”, dice Elbaum, quien recomienda para evitar el riesgo local el FCI Allaria Latam, “que tiene una rentabilidad esperada del 2,8% anual”.
“En el escenario actual, considerando el nivel de incertidumbre política, creemos que la inversión en activos financieros del exterior de baja volatilidad es una excelente opción”, aporta Zuzek. “En este tipo de activos el objetivo primordial es preservar el capital con un retorno moderado y, en nuestro caso, canalizamos estas inversiones a través de nuestro fondo Franklin Templeton SBS Latam Fixed Income, cuya cartera diversificada se compone de productos de renta fija en dólares de Brasil, Chile y Estados Unidos, principalmente”, suma.
José Ignacio Bano, gerente de asesores financieros de InvertirOnLine, va también por el lado de gambetear lo máximo posible el estrés que significan los activos argentinos a través de FCI. “La normativa vigente permite que los FCI locales operen en dólares e inviertan parte de su capital en activos extranjeros, así que este es un buen camino para diversificar el riesgo local”, dice.
En su lista de recomendados figura AdCap renta Dólar, que invierte 11% en bonos chilenos, 18% en bonos soberanos de Brasil y 23% en bonos soberanos de Estados Unidos y el Premier Performance Dólares, que tiene un perfil conservador e invierte un 22% en bonos del Tesoro norteamericano, y mantiene 69% del portafolio en LETE en dólares.
En activos argentinos también hay opciones para dolarizarse. Obviamente los retornos potenciales son mucho más elevados, pero en el combo viene implícito el riesgo país y los potenciales efectos sobre precios (positivos o negativos) según sea el resultado electoral.
“Actualmente los bonos soberanos en dólares tienen una tasa interna de retorno (TIr) superior al 15% anual para plazos de hasta 10 años”, postula Otermin, pero aclara que “la incertidumbre electoral que está impactando fuertemente en la prima de riesgo país y la elevada volatilidad no los hace aconsejables para un minorista”. Su recomendación: tener una baja proporción de bonos soberanos en el portfolio, pero no dejar de seguir los vaivenes políticos, porque, “cuando se despeje el panorama electoral, el potencial de rendimiento es muy elevado”.
Elbaum recomienda también asignar un bajo porcentaje del ahorro a la deuda local y en la parte más corta de la curva. “Una alternativa sería el bono AO20, que rinde 16,30% anual, pero no sugerimos invertir más del 5% o 10% de la cartera”, detalla.
“El AO20 es un bono en dólares que tiene dos ventajas respecto de otros títulos públicos similares, como puede ser el AY24: su mayor rendimiento y un vencimiento más próximo. En octubre de 2020 devuelve la totalidad del capital y hasta esta fecha resta el pago de tres cupones de 4% cada uno”, explica Bano.
“Si hablamos de un inversor conservador y que tenga dudas acerca del futuro de las elecciones, un buen instrumento para hacer rendir los dólares ahorrados son las LETE”, plantea roset. Las LETE en dólares son a 70 días de plazo y en la última licitación arrojaron una TNA de 4%. Con riesgo local, pero no soberano, roset apunta a bonos corporativos en dólares, como los de YPF, Arcor o Pampa, que rinden 10% anual.
Zuzek, de SBS, prende una luz roja para los minoristas no familiarizados con el riesgo y la alta volatilidad. “Los rendimientos de los bonos en dólares reflejan las dudas que están teniendo los inversores respecto de la continuidad de políticas y también algunas preocupaciones con respecto a la sustenibilidad de la deuda. En ese contexto, por la complejidad de los factores que están detrás, solamente recomendamos este tipo de posiciones a inversores altamente calificados que tengan absoluta conciencia de los riesgos que asumen”, detalla el especialista.
Para quienes igualmente quieran poner un pie en las potenciales ganancias de la deuda argentina, el especialista recomienda a los minoristas hacerlo también a través de fondos comunes de inversión, “ya que una coyuntura como la actual requiere una administración profesional de las carteras que permita responder rápidamente; no hay que mirar solamente el rendimiento de los bonos”.