El egreso del hogar.
Contener a los chicos en su transición a la vida autónoma
Que el Estado apoye la transición a la vida adulta de los jóvenes que viven en hogares de acogida: ese es el objetivo de la ley de egreso asistido (27.364), que fue aprobada por unanimidad de ambas cámaras del Congreso y reglamentada un año y medio después, el pasado noviembre. La ley otorga un subsidio mensual desde los 18 hasta los 21 años; además, a partir de los 13, cada chico podrá contar con un referente adulto con el que abordará cuestiones fundamentales para trabajar su autonomía.
Mariana Incarnato, directora ejecutiva de Doncel, explicó que al cumplir la mayoría de edad los jóvenes deben dejar las instituciones y enfrentarse al mundo solos, con el riesgo de quedar en la calle, sin trabajo y sin redes de contención.
Del proyecto participaron activamente un grupo de jóvenes que viven y vivieron en hogares y forman parte de la Guía Egreso, una iniciativa organizada por Doncel que se propone compartir consejos y brindar acompañamiento entre pares. Entre ellos, están Romina García (17), cuhace ya prioridad es terminar la escuela, conseguir un trabajo y poder alquilar un lugar para ella y su hijo; Iván Figueredo (19), a quien le gustaría ser policía, y Milagros Pérez (18), que vive en un hogar en Núñez y sueña con ser trabajadora social.
Para Incarnato, hay varios desafíos en la reglamentación, porque plantea que para poder recibir el apoyo económico los chicos tienen que egresar de modo autónomo y que tienen que acceder al programa estando en el hogar. “Estos puntos se tienen que rever”, aseguró.