Escuelas técnicas
Mucho se escucha decir respecto a la decadencia en la educación y en la necesidad de revertir y recomponer la situación. También sobran palabras para indicar la necesidad de industrializar el país. Y no se ve claramente que haya esfuerzos, planes o resultados en tal sentido. No es pretender nada extraordinario que se vuelva a un sistema nacional de educación técnica que fue destruido sistemáticamente, para implantar un método que ya había fracasado en otros lugares del mundo, provincializando además la dependencia funcional. Las pruebas son evidentes. No hay suficientes técnicos capacitados en las distintas disciplinas. Seguramente existen honrosas excepciones, pero la tendencia generalizada es esa.
¿Sería muy difícil que como política de estado se restaure efectivamente el viejo Conet y resurjan las recordadas Enet en todo el país, con un plan nacional integral ajustado a las necesidades nacionales y locales de crecimiento industrial? Estas instituciones nutrieron al país de técnicos en todas las áreas que la industria requería. Estoy agradecido a la Argentina, que me permitió cursar la primaria (Escuela número 7 de Boulogne), la secundaria (Enet número 1 de San Isidro) y la carrera de grado en Ingeniería (UBA, Fiuba). Pude acceder a desempeños profesionales que me enorgullecen gracias a la educación pública y gratuita.
Mucho ayudaría entonces a la pretendida industrialización del país que esas mismas oportunidades pudieran ser aprovechadas por nuestros jóvenes, en todo el país. Gustavo Salas
DNI 8.237.501