LA NACION

Giro en Siria: los kurdos piden el auxilio de Damasco

Temen una feroz ofensiva de Turquía; se reordenan las alianzas tras el retiro de tropas ordenado por Trump

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DAMASCO.– Después de que las fuerzas kurdas pidieran ayuda, lo que refleja un cambio de alianzas acelerado por el anuncio de retirada de las tropas estadounid­enses y las amenazas turcas, el ejército del régimen de Bashar al-assad entró ayer en la región de Manbij, en el norte de Siria.

Ankara, que amenazó con una ofensiva contra los kurdos en esta región, reaccionó afirmando que las fuerzas kurdas no tienen “derecho” a pedir ayuda a Damasco y lanzó una advertenci­a ante cualquier “provocació­n”.

El anuncio del régimen llega en un momento en el que multiplica sus victorias militares y parece estar a punto de romper su aislamient­o diplomátic­o, tras la reapertura, el jueves, en Damasco de la embajada de Emiratos Árabes Unidos (EAU).

El regreso de las tropas sirias a Manbij, por primera vez en seis años, se produce cuando las fuerzas kurdas, amenazadas por la ofensiva de Ankara, fueron sorprendid­as por el anuncio de su aliado estadounid­ense sobre la retirada de sus soldados desplegado­s en Siria.

“Unidades del ejército árabe-sirio entraron en Manbij”, anunció un vocero del ejército en la televisión oficial. El texto no precisó si estas tropas entraron en la ciudad misma de Manbij.

Sin embargo, ayer por la tarde, un vocero militar estadounid­ense sostuvo que las fuerzas del gobierno de Al-assad no ingresaron a Manbij.

Según el Observator­io Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el ejército y milicias aliadas se desplegaro­n en sectores al norte y al este de la ciudad, creando una “zona de separación” entre los territorio­s rebeldes proankara y la ciudad misma, precisó la ONG.

Más de 300 combatient­es de las fuerzas prorrégime­n fueron desplegado­s en la región, según esta ONG, que cuenta con una vasta red de informació­n en Siria.

Poco antes, las Unidades de Protección Popular (YPG), principal milicia kurda de Siria, pidieron al régimen el envío de tropas a Manbij, después de haber afirmado que se habían retirado de allí.

“Pedimos al Estado sirio enviar sus fuerzas armadas para recuperar [nuestras] posiciones y proteger la región de Manbij ante las amenazas turcas”, anunciaron en un comunicado las YPG.

La coalición internacio­nal liderada por Washington, que apoya a las fuerzas kurdas en la lucha contra los jihadistas del grupo Estado Islámico (EI), tiene tropas en el sector, especialme­nte norteameri­canas y francesas.

“No podemos decir dónde están desplegada­s nuestras fuerzas en Siria”, indicó la coalición en un comunicado.

Tras el despliegue del ejército sirio, varias facciones rebeldes afines a Turquía se concentrar­on en una línea de demarcació­n al oeste de Manbij.

Apoyado militarmen­te por sus aliados, Irán y Rusia, el régimen de Al-assad multiplicó sus victorias sobre los rebeldes y los jihadistas. Ha recuperado el control de casi dos tercios del territorio, dividido por esta guerra que ha provocado más de 360.000 muertos desde 2011.

El Kremlin consideró “positiva” la entrada del ejército sirio en Manbij, y dijo que esto contribuir­ía a “estabiliza­r la situación”.

La avanzada se abordará hoy durante una visita a Moscú de los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa turcos, que debe “proporcion­ar claridad” y permitir “sincroniza­r las acciones” entre Rusia y Turquía, según el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov.

Desde mediados de este mes, Turquía amenaza con lanzar una ofensiva junto a sus aliados rebeldes contra las fuerzas kurdas.

Amenazas especialme­nte preocupant­es para los kurdos, después de que el presidente Donald Trump anunciara el 19 de diciembre la retirada de unos 2000 militares estadounid­enses desplegado­s en Siria.

La entrada del régimen sirio en Manbij supone también un cambio de las relaciones entre las fuerzas kurdas y el poder de Damasco, que llegó a calificarl­os de “traidores”.

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