Marino negó las acusaciones y anticipó que dejaría sus fueros
El senador investigado por abuso le transmitió ese mensaje a Pinedo; Naidenoff pidió evitar los extremos; la empleada que lo denunció dijo que no tuvo apoyos
La primera denuncia de intento de abuso sexual que impacta en la política tuvo ayer sus primeras consecuencias. El senador Juan Carlos Marino, radical de La Pampa, se recluyó en el silencio después de las acusaciones que le hizo la empleada del Congreso Claudia Guebel.
Solo el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, indicó que habló con él y que le anticipó, en una conversación telefónica, que concurrirá a la Justicia y que se despojará de sus fueros de ser necesario.
“El senador dice que las acusaciones no son ciertas”, sostuvo Pinedo luego del escándalo que desató la denuncia penal de Guebel. “Seguramente va a hablar hoy (por ayer) y dará su versión de los hechos”, adelantó Pinedo sobre los pasos que dará Marino en relación a la denuncia de Guebel, una militante radical de 51 años, que fue secretaria de la Convención Nacional de la UCR y del Tribunal de Ética y Disciplina de ese partido y que trabaja en el Congreso de la Nación.
En este sentido, el senador de Pro insistió en que, ante tipo de situaciones, las autoridades del Senado no ejercerán una “protección corporativa” sobre los legisladores acusados, pero tampoco permitirán que haya “linchamientos” políticos.
Un planteo similar realizó el presidente del interbloque de Cambiemos en el Senado, Luis Naidenoff. “Ante este tipo de denuncias hay que estar lejos de los extremos. No hay que ejercer una protección corporativa ni avanzar con un juicio popular anticipado”, dijo a la nacion. “Marino está a disposición de la Justicia, la investigación está garantizada y necesitamos celeridad. Debe imperar el Estado de Derecho”, agregó.
Guebel radicó la denuncia por abuso sexual anteayer en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 4, a cargo del fiscal Carlos Stornelli. La licenciada en Ciencias Políticas y especialista en defensa nacional hizo una extensa exposición de los hechos ocurridos hace tres meses en el despacho de Marino –senador desde 2003– y aportó los números de teléfono desde los que habría recibido intimidaciones.
Tras su declaración, la investigación de la denuncia por abuso recayó por sorteo en el fiscal federal Federico Delgado y en el juez federal Ariel Lijo.
La posición pública de Marino ayer quedó más complicada porque Guebel brindó detalles de la situación que atravesó con el senador y que denunció en la Justicia.
“Estoy destrozada. No es fácil volver a pasar por cada situación una y otra vez. Rememorando y describiendo los hechos es muy desagradable. Estoy esperando que se haga Justicia y que se investigue a conciencia, sabiendo que hay un montón de gente y mujeres que pasan y siguen pasando por lo mismo sin una respuesta institucional”, señaló en declaraciones al canal de televisión LN+.
La mujer remarcó que no tienen ningún interés político. “No hay ninguna conspiración, ni campaña. Este reclamo lo vengo haciendo en soledad hace mucho tiempo y con muchos oídos sordos”, aseguró.
Al ser consultada sobre por qué decidió presentar la denuncia el miércoles pasado, contó: “Lo que vi en la tele de las actrices me movió la estantería. Yo soy mucho más grande que esas actrices, estoy por cumplir 52 años y tengo dos hijas, una entró a trabajar en una fiscalía de violencia de género ¿Cuál será su primer caso?, ¿su mamá?”.
Desde que se conoció la noticia, aseguró que ninguna senadora se acercó a ella. “Solo el diputado Lipovesky se interesó y fue el único que se comprometió a hacer un protocolo de acción para evitar futuros casos como este”, dijo.
En el Congreso, la situación de Marino es vista con preocupación. Por un lado, existe el temor de que a partir de ahora empiecen a aparecer otras denuncias de casos que permanecieron ocultos hasta ahora y eso generalice la situación.
También hay una preocupación electoral: que las denuncias contra políticos se exacerben por la campaña, como un modo de desacreditar a algún candidato con posibilidades.
En este sentido el caso de Marino es particular: el 6 de diciembre había anunciado por las redes sociales que no se postularía a la gobernación de La Pampa, cargo al que siempre aspiró.