La vuelta de Belluschi ilusiona a San Lorenzo
El mediocampista creativo regresó al primer equipo luego de casi siete meses de ausencia y mucha incertidumbre; le bastaron 25 minutos para ser uno de los mejores en la victoria ante Estudiantes
Su regreso era el más esperado en Boedo. Con el primer equipo, Fernando Belluschi se había calzado la camiseta de San Lorenzo por última vez en un partido oficial el 11 de marzo, en el clásico contra Huracán. Pasó 206 días apesadumbrado, con incertidumbre, sin saber realmente cuándo volvería a jugar. Hasta que la Copa Argentina, en Mendoza, le abrió una puerta contra Estudiantes. Y la vuelta del talentoso volante tuvo varios condimentos: apenas 25 minutos en la cancha le alcanzaron para ser uno de los jugadores más destacados de la victoria azulgrana. Por otro lado, la sonrisa no fue plena, porque en una jugada chocó con Fernando Zuqui y sufrió un traumatismo en la cara que le provocó una lesión parcial de tres dientes.
Jugador fino, distinguido y cerebral, Belluschi es uno de esos mediocampistas que le dieron brillo a la zona media del Ciclón en los últimos años. Al punto que en 2017 sus actuaciones le valieron una convocatoria al seleccionado argentino dirigido por Jorge Sampaoli. Pero este año el panorama resultó oscuro y una lesión lo tuvo a maltraer durante más de seis meses. Una distensión del tendón rotuliano de la rodilla izquierda no lo dejaba jugar ni planificar en el corto plazo. Un obstáculo que hoy parece haber sorteado con entereza después de tantas visitas a los médicos, al gimnasio para hacer la rehabilitación y con jornadas de solitarias corridas en la Ciudad Deportiva. Inclusive, con fuego cruzado entre San Lorenzo y el entorno del futbolista, por distintas miradas y desacuerdos en cuanto a la recuperación. Sumado a eso, algunos también mencionaron el retiro del jugador como una de las posibles salidas.
Siempre es una buena noticia que el Ciclón pueda contar con un intérprete exquisito como Belluschi. Al cabo, se trata del regreso de uno de los futbolistas más importantes y decisivos en Boedo. Que además goza de la preferencia sentimental del hincha. A los 35 años, el oriundo de Los Quirquinchos siempre hace falta en los momentos de dudas que atraviesa San Lorenzo, que suele depender de su inventiva. Al ciclo comandado por Biaggio se le critica la escasa fluidez en el juego. Pues bien, con Belluschi podría regresar la sensación de esperanza de un equipo que viene a los tumbos. Un motor para salir del mal momento. Un efecto que debería operar sobre la languidez de ánimo que últimamente atrapa a los azulgranas, fundamentalmente tras la eliminación en la Copa Sudamericana.
Contra Estudiantes, Belluschi ingresó a los 22 minutos del segundo tiempo en lugar de Pablo Mouche y se despachó con un pase preciso para Nicolás Reniero en el segundo gol del Ciclón. Además, realizó una buena recuperación que inició el tercer tanto azulgrana, que culminó con una gran corrida del gigante Adolfo Gaich. Durante los minutos que estuvo en el Malvinas Argentinas, Belluschi siempre fue el conductor, el enlace del ataque. Lógicamente, es normal que todavía no esté en su mejor versión, pero con algunos destellos en sus movimientos le alcanzó para llevarse los aplausos. Claro, no todas fueron buenas: antes de que San Lorenzo se pusiera en ventaja, recibió un botinazo de Zuqui y eso provocó que se le partiera un diente y la pérdida del esmalte en otras dos piezas. Fue solo un susto, porque el odontólogo que lo observó en la madrugada mendocina le aclaró que no es grave y continuará con el tratamiento en Buenos Aires. “Debido al golpe tuvo un traumatismo en la cara“, explicó Alberto Rovira, el médico de la entidad azulgrana. “Sabemos todo lo que Fernando sufrió para volver. Tenerlo adentro de la cancha nos da jerarquía y buen funcionamiento. Es muy bueno que se sienta bien. Le falta mucho en lo físico, pero va a estar al nivel que queremos”, consideró Claudio Biaggio.
Hace algunos días, Belluschi había jugado 45 minutos en la reserva contra Atlético Tucumán. De hecho, lo fue a ver el director técnico y decidió convocarlo para la cita en Mendoza. En esa goleada 5-0 el volante aportó sus pinceladas y casi siempre tomó la decisión que requería la jugada. Y cumplió con lo que más quiere el entrenador: tuvo desequilibrio hacia adelante.
Tanto el cuerpo técnico como sus compañeros desean estar al lado del mejor Belluschi posible. Ya concretado el regreso, al futbolista se lo ve tranquilo. Sin prisa. Sin ansias desmedidas y con ganas de disfrutar la vuelta. El golpe en la cara no podrá evitar la sensación de felicidad que lo invadió tras pisar nuevamente una cancha. Su pase a Reniero, exquisito, simboliza un justo pacto de reconciliación con el destino.