Tres muertos en un ajuste entre narcos
Los cuerpos de los jóvenes, de entre 16 y 18 años, fueron encontrados ayer en un descampado en la localidad de Monte Grande; investigan un ajuste de cuentas dentro de la misma banda
MONTE GRANDE. Tres adolescentes de entre 16 y 18 años fueron ejecutados ayer en un descampado en Monte Grande, en el sur del conurbano. Para los investigadores, el triple crimen estaría vinculado con una venganza interna en una banda de narcomenudeo.
Los tres cuerpos fueron descubiertos por una persona que pasó por la escena del crimen cuando iba a trabajar. A las 9.30 marcó el número de emergencias 911. Pocos minutos después, el personal policial que llegó a un descampado de Monte Grande, en Esteban Echeverría, encontró los tres cadáveres boca abajo. Habían sido ejecutados a balazos siete horas antes.
Las víctimas del triple crimen de Monte Grande fueron tres jóvenes de entre 16 y 18 años de nacionalidad paraguaya. La hipótesis principal es que se trató de un ajuste de cuentas vinculado con el negocio de la venta de drogas en el barrio La Victoria, también conocido como Barrio Paraguayo.
Así lo informaron a la nacion calificadas fuentes policiales. Los cuerpos de los hermanos Osmar Benítez Palacios y Pedro Palacios, de 18 y 16 años, respectivamente, y de Miguel Ángel Díaz, de 16, fueron encontrados en un descampado situado en Lavalle al 500, en Monte Grande.
Las fuentes policiales agregaron que se ordenó la captura de un ciudadano paraguayo de entre 24 y 26 años como autor del triple crimen.
“La hipótesis principal que se maneja hasta el momento es que las víctimas o algunas de ellas vendían droga para el sospechoso que ahora tiene pedido de captura y se habrían quedado con parte de la mercadería y con dinero”, afirmó un detective que participa de la investigación.
Los cuerpos estaban boca abajo. Una de las víctimas vestía un pantalón de jogging azul, zapatillas de color bordó y buzo negro a rayas blancas en las mangas; otra tenía buzo azul y zapatillas verdes y la tercera llevaba puesto un pantalón de jogging negro, remera blanca y zapatillas rosas.
La investigación está a cargo de la fiscal del Departamento Judicial de Lomas de Zamora María Paula Segade Sánchez, que tiene la colaboración de detectives de la Jefatura Departamental de Almirante Brown y de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) local.
La hipótesis sobre una eventual venganza por el negocio de las drogas como móvil del triple crimen surgió tras la declaración de una tía de los hermanos Benítez, que afirmó que sus sobrinos vendían y consumían drogas.
La fiscal Segade Sánchez y los detectives policiales esperaban para las últimas horas de anoche los resultados de las autopsias.
“Se está trabajando en la recolección de prueba para dilucidar el triple crimen e identificar a los autores”, habían expresado a la nacion fuentes judiciales. Esa declaración fue sostenida pocos minutos antes de que se firmara la orden de captura del principal sospechoso.
La sospecha de los investigadores es que el sindicado autor del triple crimen, cuya identidad no fue suministrada, no actuó solo.
Ahora, intentarán determinar si las víctimas fueron llevadas engañadas hasta el lugar de la ejecución.
Ayer, mientras que la Policía Científica y funcionarios judiciales trabajaban sobre la escena del crimen, comenzó a diluviar, situación que complicó la tarea de los peritos.
Fuentes policiales explicaron que debajo del cuerpo de una de las víctimas hallaron un arma de fuego. “No tuvo tiempo de usarla”, precisaron los voceros consultados.
Los detectives policiales y judiciales quieren determinar también si el lugar donde fueron encontrados los cuerpos fue el escenario primario del triple homicidio o si la ejecución fue en otro lugar y los cadáveres fueron abandonados en el descampado poco después de los homicidios .
“Los cuerpos fueron hallados hoy [por ayer] a las 9.30, pero, por la primera información forense, el horario de la muerte habría sido entre las 2 y las 2.30”, afirmó una fuente de la investigación.
Según pudieron reconstruir los detectives policiales, la última vez que las víctimas fueron vistas con vida fue a las 21 de anteanoche, es decir, cinco horas antes de su ejecución.
Los funcionarios policiales y judiciales intentarán reconstruir las últimas horas de las víctimas para saber si se encontraron con alguien o si tenían prevista una reunión.
“Se complica la recolección de testimonios en el barrio donde vivían las víctimas. La mayoría de las personas prefiere no hablar”, sostuvo una fuente policial.
Violento antecedente
Otra masacre vinculada con la venta minorista de drogas se registró el 22 de junio pasado en Esteban Echeverría. En esa ocasión fueron cuatro las víctimas mortales encontradas en un conventillo ubicado en la localidad de 9 de Abril.
Al menos dos sicarios ingresaron en esa construcción de tres pisos y asesinaron a Nahuel Cisneros, quien supuestamente comercializaba drogas en ese lugar. Los asesinos dispararon luego contra Evelin Giménez, Carla Cisneros y Daniela Figueroa. En ese ataque también resultó herido el bebé de una de las víctimas mortales.