Para frenar al dólar, el BCRA volvió a vender reservas
Tras cuatro días de pausa, usó US$139,5 millones para calmar la divisa en el mercado mayorista, pero el minorista no se enteró y volvió a cerrar en alza a $23,22
Luego de cuatro ruedas sin hacerlo, y tras haber recibido un refuerzo para las reservas, el Banco Central (BCRA) volvió a intervenir ayer en el mercado cambiario para estabilizar la cotización del dólar. En paralelo, el objetivo es dotar de credibilidad a los precios de esa divisa que, desde hace tres días, pactó a futuro, al verse forzado –por la magnitud que tomó la corrida– a recuperar ese instrumento dos años y medio después de optar por dejarlo en desuso.
La combinación de intervenciones en los mercados de contado (donde hizo una venta de US$139,5 millones a $22,69 en promedio) y de futuros, y, en simultáneo, el mantenimiento de tasas de interés por encima del 40% anual para intentar retener las apuestas al peso, permitió el primer leve retroceso en la cotización del dólar mayorista desde la falsa paz de la rueda del viernes, aquella que se produjo una vez que el Gobierno anunció un paquete de medidas que luego se demostraría insuficiente para calmar al mercado.
El resultado sin duda fue módico: el peso apenas se fortaleció 0,05% en la comparación intradiaria, dado que anteayer el dólar mayorista se había terminado operando a $22,72 y ayer cerró a $22,69.
Tanto es así que ni siquiera tuvo impacto sobre el precio de venta al público del billete, que según el promedio que surge del relevamiento del BCRA cerró a $23,22 (es decir, 9 centavos por encima del nivel previo), tras haber llegado a ofrecerse a $23,40 en muchos bancos. Pero el aumento del 10% en el volumen operado (que llegó a US$865 millones), aunque respaldado por un aporte oficial del 15% del total, podría indicar un mercado que comienza a acomodarse a estos precios.
El alivio en la plaza local encontró además sostén en la mejora que exhibió el clima financiero global, al conocerse en Estados Unidos un aumento de la inflación en abril menor al previsto.
Allí los precios al consumidor treparon apenas 0,2% y la medición núcleo fue de solo 0,1%, frente a expectativas previas de 0,3 y 02%, respectivamente. Esto dejó en pausa el proceso de apreciación global del dólar, al empezar a especularse que ayudará a la Reserva Federal (Banco Central de ese país) a no apresurarse con una nueva suba de tasas. Incluso propició un retroceso del 3 al 2,96% en la tasa de interés a 10 años, según el rendimiento de los bonos del Tesoro.
Se trata de un dato no menor, habida cuenta de que buena parte de la recuperación que exhibe el dólar a nivel global deriva de la divergencia entre las políticas monetarias que llevan adelante la Reserva Federal de Estados Unidos y sus pares de Japón y Europa.
Dicha divergencia abrió una brecha de hasta dos puntos en favor de la divisa estadounidense y explica “la tendencia que muestran los fondos a volver a fluir en masa hacia Estados Unidos, generando así una presión apreciatoria sobre el dólar”, observa el economista y consultor Federico Muñoz.
Redoblando esfuerzos
El regreso del BCRA al mercado de dólar contado, donde se había tornado un oferente habitual en los últimos dos meses, ocurrió poco después de las 11 y un día después de haber recibido un refuerzo para las reservas de US$2000 millones del Banco de Basilea. Fue cuando el peso mostraba tendencia a seguir depreciándose, pese a que, por el contexto ya citado, el resto de las monedas de la región se revaluaban 1% frente al dólar.
“El BCRA está redoblando la apuesta”, definió Federico Furiase, director del estudio EcoGo, en alusión a la batería de instrumentos desplegada, ya que, en paralelo, la entidad mantuvo operaciones con contratos de futuro y con sus títulos de deuda (Lebac) para mantener la curva de tasas empinada al 42% promedio a tres meses vista, en procura de mostrar su voluntad por mantener dureza monetaria todo lo que sea necesario para que el mercado recupere su equilibrio.
La señal busca además que tengan mayor credibilidad las incursiones que hizo la entidad en el mercado de futuros en los últimos días, en un intento por restablecer cierta previsibilidad cambiaria.
“Si realmente han decidido mantener este valor y hoy venden reservas, con las altas tasas y las medidas ya tomadas, y mañana mantienen esta postura, me parece una buena decisión. Lo preocupante sería que el BCRA siga el recorrido que planteó desde que empezó la corrida: vende reservas un día y al día siguiente no interviene. Esta forma de trabajo nos llevó hasta acá”, consideró el analista financiero Christian Buteler.
Desde el 5 de marzo, fecha en que empezó con intervenciones regulares, el BCRA lleva vendidos US$7866 millones de reservas, pero el precio minorista del dólar igualmente pasó de $20,44 a $23,22, salto que implica una devaluación del 13,6%, la mayor de la región y del mundo en ese lapso.