agotó en pocas horas las 3000 entradas para verla en el cck
Los tres mil tickets gratuitos volaron en la Web; en el centro cultural, hubo filas desde la madrugada
Las inmediaciones del CCK amanecieron ayer más pobladas aún que de costumbre: desde la madrugada, decenas de jóvenes –¿nace una nueva generación de fans de Patti Smith?– hicieron fila para retirar las entradas gratuitas que se entregaban para las dos presentaciones que la madrina del punk hará la semana que viene en la sala sinfónica. Al mismo tiempo, la página web del Centro Cultural Kirchner colapsaba en pocos minutos de reservas. En suma: después del mediodía, ya no quedaba ni uno de los 3000 tickets para ver a la artista estadounidense.
Cantante, poeta y fotógrafa, considerada una de las artistas más influyentes de la historia del rock mundial, Patti Smith (Chicago, 1946) regresa al país tras doce años. Y nadie quiere perderse una cita con ella en la Ballena Azul: primero dará un recital de poesía con el escritor y director de la Biblioteca Nacional Alberto Manguel y el artista Guillermo Kuitca (el miércoles 28). Mientras que el 1º de marzo será el esperado concierto con el guitarrista Tony Shanahan y músicos invitados en
el que repasará temas de diferentes etapas de su trayectoria.
Además, en la muestra internacional “Les visitants”, que continúa exhibiéndose en el CCK, están colgadas una serie de 40 fotos en blanco y negro tomadas por Smith con una Polaroid. La exposición, curada por Kuitca, es fruto de un acuerdo entre la Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo y el Sistema Federal de Medios Públicos. No es un detalle menor: la primera exhibición importante de arte que hizo Patti Smith fue organizada justamente por esta fundación en París, en 2008. Allí había presentado una retrospectiva de sus dibujos, fotografías y videoinstalaciones realizadas desde principios de los 70.
Mucho más que un premio consuelo recibirán los que, sin más chances para encontrarse cara a cara con la cantante, descubran su voz inconfundible en la penumbra de la Gran Lámpara, la sala central “Les Visitants”, donde la instalación David’s Room Revisited la tiene recitando aquello de “en las calles oscuras, a través de la espesa niebla negra, vi un antílope y comenzó a hablar”.