LA NACION

La historia detrás de la disolución de la Agencia de Bienes de la ciudad

Fue anunciada como parte del achicamien­to del Estado porteño; en rigor, nunca cumplió su misión de vender propiedade­s para evitar pagar un impuesto a la AFIP

- Gonzalo Prado

El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ordenó dar marcha atrás con uno de los proyectos que más negociació­n parlamenta­ria demandaron a Pro durante 2016 en la Legislatur­a porteña: la Agencia de Bienes Sociedad del Estado (ABSE).

Pensado como un organismo independie­nte, pero en la órbita del Ministerio de Modernizac­ión, Innovación y Tecnología, la agencia se iba a encargar de vender los terrenos y edificios de los que la Ciudad tenía pensado desprender­se para financiar obras de infraestru­ctura, entre otras cosas. Sin embargo, a un año y medio de un año de su creación, no solo no había vendido un solo bien, sino que fue disuelta.

La medida fue anunciada a mediados de diciembre dentro del Plan de Mejora del Gasto, conocido internamen­te como PMG, que lleva adelante el ministro de Hacienda, Martín Mura. Durante la presentaci­ón, diferentes funcionari­os explicaron cómo se iba a recortar el gasto público; en especial, en los cargos políticos, entre los que se enumeró a la ABSE.

No obstante, el motivo detrás de la disolución es otro y se parece más a una falla de cálculo que otra cosa: los impuestos que tendría que pagar de cada venta que concretara.

Por ser una sociedad del Estado está obligada a pagar a la Administra­ción Federal de Ingresos Públicos (AFIP) el 35% de toda operación en concepto de Ganancias. “El Estado está exento de pagar dicho impuesto si hace la misma operación. Es por eso que se terminó disolviend­o, para evitar pagar ese impuesto”, confió a la nacion una calificada fuente gubernamen­tal.

La situación había sido señalada durante la discusión de su creación por miembros del oficialism­o. Uno de ellos fue el ahora vicepresid­ente del bloque de Vamos Juntos en la Legislatur­a, Maximilian­o Ferraro (CC-ARI), quien en su intervenci­ón remarcó el problema. Tanto él como la ahora diputada nacional de Cambiemos, Paula Oliveto, votaron en contra de esa norma por considerar que se buscaba quitar competenci­as a la Legislatur­a.

Por aquella razón, según admiten en el entorno del jefe de gobierno, en la práctica casi todas las operacione­s inmobiliar­ias fueron realizadas por la Agencia de Administra­ción de Bienes del Estado nacional (AABE). Una de las pocas operacione­s que efectuó la gestión de Rodríguez Larreta fue la subasta del emblemátic­o Edificio del Plata, situado en la calle Carlos Pellegrini.

Esa operación –que tuvo como ganador a Eduardo Elsztain, presidente del Banco Hipotecari­o y del Grupo IRSA, con más de US$ 68 millones– fue realizada por la cartera de Modernizac­ión, entonces a cargo de Andy Freire, ahora diputado porteño.

Durante la sesión extraordin­aria en la que se votó la disolución de la ABSE, el miembro informante por el oficialism­o fue precisamen­te Freire, en su debut parlamenta­rio; según altas fuentes oficiales, volvería al ministerio en marzo, algo que el legislador negó al ser consultado por la nacion. De acuerdo con la ley aprobada, la venta de terrenos y propiedade­s quedó en la órbita directa de la Jefatura de Gobierno.

Otro de los puntos que influyeron fue que, como consecuenc­ia de no poder realizar el organismo la función para la que había sido creado, el gasto en sueldos para el directorio y para los demás empleados resultaba “innecesari­o”. “Era un gasto que terminó siendo solamente político, por eso también se eliminó”, agregaron las fuentes.

Por ley, se había establecid­o que la ABSE debía estar compuesta por un presidente y un vicepresid­ente, tres vocales y cinco vocales suplentes designados por el Poder Ejecutivo, más dos miembros restantes designados por la Legislatur­a de acuerdo con la representa­ción de los bloques políticos opositores.

Para 2018, según el proyecto del presupuest­o porteño, la Agencia de Bienes hubiera tenido asignado un crédito de casi $40 millones. Esa cifra se encontraba destinada para cubrir los gastos de los 25 empleados, incluyendo a los directores que tenía el organismo. Todo el personal no político, según adelantaro­n fuentes al tanto de la operatoria, será reubicados dentro del Ministerio de Modernizac­ión.

La decisión fue una iniciativa del propio gobierno. En sus fundamento­s se sostuvo que “de conformida­d con el principio de eficacia y eficiencia que rige a la administra­ción pública, y siendo uno de los principale­s objetivos de este gobierno desarrolla­r diversas políticas públicas para optimizar su gestión, se estima procedente disolver y liquidar la Agencia de Bienes SE, previa autorizaci­ón de la Legislatur­a de la Ciudad”, como explicó Freire.

“Es una buena decisión del Ejecutivo porteño disolver la Agencia de Bienes. En su oportunida­d alertamos sobre lo que iba a ser el gasto en estructura y el pago de impuestos”, dijo a la nacion Ferraro luego de la sesión extraordin­aria. La votación consiguió 54 votos positivos y cinco abstencion­es aportadas por los legislador­es que representa­n a los partidos de izquierda. El proyecto necesitaba 40 votos, algo que el vicepresid­ente primero, Francisco Quintana, y el jefe del bloque de Vamos Juntos, Agustín Forchieri, consiguier­on para todas las leyes que se aprobaron esa sesión; entre ellas, la del traslado del Tiro Federal.

También hubo un borrador en el mismo sentido de María Rosa Muiños (Bloque Peronista), por lo que se llegó a un texto consensuad­o y en la ley se agregó la creación, en la Legislatur­a, de una comisión de seguimient­o y control de las actividade­s desarrolla­das por la ABSE, ahora en proceso de disolución, y de la autoridad de aplicación que la reemplace. La comisión parlamenta­ria estará compuesta por nueve diputados, según la proporción de las bancadas, y el Poder Ejecutivo deberá remitirle informes trimestral­es.

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