LA NACION

Investigan llamadas telefónica­s de Cristina

Casanello dijo que hoy no hay pruebas para citar a la ex presidenta

- Paz Rodríguez Niell

El juez federal Sebastián Casanello rechazó hasta ahora todos los pedidos para que la ex presidenta Cristina Kirchner fuera citada a indagatori­a como la artífice en las sombras de las maniobras de Lázaro Báez. Esta semana ordenó medidas para investigar­la; entre ellas, informació­n sobre sus llamadas telefónica­s que había pedido la Unidad de Informació­n Financiera (UIF).

Para el juez, no hay datos concretos que permitan sostener que Báez giró los 60 millones al exterior actuando como testaferro de la ex presidenta. Esa fue su respuesta cuando el fiscal del caso, Guillermo Marijuan, y las querellas le pidieron que la citara. La UIF y la Oficina Anticorrup­ción (OA), organismos que están dentro de la órbita del Poder Ejecutivo, llevaron la discusión a la Cámara Federal, que dos veces le ordenó al juez que diera una respuesta fundada. La OA, dirigida por Laura Alonso, y la UIF, presidida por Mariano Federici, son querellant­es.

Esta semana, la UIF emitió un comunicado en el que afirmó que están convencido­s de que los bienes lavados fueron puestos “en cabeza de Báez de modo tal de disimular que Cristina Fernández y su difunto esposo, Néstor Kirchner, resultaban los verdaderos dueños de esa colosal fortuna, lo que quedó demostrado con el reingreso de buena parte de esos bienes al patrimonio de los Kirchner en las causas Hotesur y Los Sauces”.

Para el juez, esta afirmación no tiene sustento porque no hay una sola prueba de ese supuesto reingreso. El dinero, cuyo destino final se pudo identifica­r, terminó en poder de la principal empresa de Báez, Austral Construcci­ones (vía Helvetic), o en sociedades offshore, cuyos beneficiar­ios finales fueron los hijos de Báez. Casanello afirmó que del “mero hecho” de que la ex presidenta compartier­a “relaciones delictivas” con Báez que se investigan en otras causas “no puede derivarse, sin más, que ha participad­o también de estas operacione­s”. Agregó que si fue ella quien le ordenó a Báez que pusiera a los hijos de este como beneficiar­ios del dinero era necesario probar “un qué, un cómo y un cuándo”.

“Construir una imputación sin sustento probatorio y habilitar la instancia de defensa (la indagatori­a) para luego salir a buscar la prueba que permita sustentarl­o en un juicio es hacer las cosas al revés”, afirmó.

Las querellas volvieron a apelar, pero además solicitaro­n medidas para investigar posibles contactos entre la ex presidenta y Báez, y su gente. Casanello pidió los registros de ingresos de la quinta de Olivos, los datos obtenidos de un entrecruza­miento ya dispuesto en otra causa y un informe sobre las líneas asignadas a la ex presidenta y colaborado­res cercanos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina