LA RELACIÓN CON ESTADOS UNIDOS: ENTRE LOS LIMONES Y EL BIODIÉSEL
Las relaciones con Estados Unidos fueron difíciles este año. Primero con los limones y luego con el biodiésel. Pese a que la Argentina tiene abierta la exportación de limones a terreno estadounidense, hasta el próximo año no podrá colocar un solo kilo de la fruta. El motivo hay que buscarlo por el lado del color del limón que impuso EE.UU. para la cosecha.
Estados Unidos pidió, y así aceptó la Argentina en un protocolo sanitario, que el color en cosecha sea “verde amarillo”. Puso ese requisito para minimizar cualquier riesgo del ingreso de una enfermedad en la fruta producto de la madurez en el árbol. De acuerdo con Bircher, salvado este obstáculo, “no hay requisito técnico sin cumplir, así que deberíamos estar exportando en 2018”.
En cuanto al biodiésel, el panorama es más complejo. Conocida la determinación del Departamento de Comercio de los Estados Unidos que impuso derechos compensatorios definitivos y antidumpingprovisionales a las importaciones de biodiésel desde la Argentina (es decir, un arancel o impuesto a la importación superior) alegando que el país subsidia la producción, el gobierno argentino reiteró que no otorga subvenciones en forma alguna a la producción o exportación de biodiésel.
Según la secretaria de Mercados Agroindustriales, la Argentina tuvo intención de diálogo hasta último momento, pero el próximo escenario sería la observación internacional, y las últimas comunicaciones de la Cancillería también van en este sentido. “El Gobierno continuará defendiendo los intereses de sus exportadores en la fase final de la investigación sobre subsidios, así como la de antidumping. Si la Comisión de Comercio Internacional no revirtiera esta decisión, el gobierno argentino se reserva el derecho de recurrir al mecanismo de solución de diferencias de la OMC”.