LA NACION

Search funds. Un nuevo modelo de inversores llega a la Argentina

Junto con el regreso de las inversione­s al país llega el formato de “fondo de búsqueda”, para localizar, adquirir y expandir una pyme en funcionami­ento

- Olivia Goldschmid­t

Transición Una solución para las pymes

Para hacer un emprendimi­ento exitoso no hay manuales con reglas claras de cómo lograrlo. Pero para invertir en uno y hacerlo crecer, sí. Los search funds son un modelo ideado que consiste en comprar una empresa en funcionami­ento y hacerla crecer.

Llegan a la Argentina de la mano de dos emprendedo­res, Esteban Kallay y Ernesto de Bary, ambos de 31 años, respaldado­s por 19 inversores nacionales e internacio­nales que eligieron seguir el modelo y aplicarlo en el actual escenario económico. Llamaron Patagonia Capital su nueva iniciativa.

Concebido en la Stanford University en 1984 (en la escuela de negocios), el modelo de search funds lleva más de 250 casos de éxito documentad­os, principalm­ente en Estados Unidos y Canadá, pero desde hace unos años también en otras partes del mundo.

La idea es comprar una empresa dentro de la categoría pyme que esté sana y en buen estado para me- jorarla con el uso de tecnología y las mejores prácticas de negocios.

“Es una buena solución para una empresa que no tenga resuelta la transición”, explica Kallay en diálogo con la nacion.

Es una problemáti­ca común dentro de las empresas familiares, muchas de las cuales quedan estancadas en el tiempo cuando la segunda o la tercera generación no logran innovar e incorporar las nuevas herramient­as tecnológic­as. Como parte del modelo, tienen dos años y medio para encontrar la organizaci­ón que cumpla con las caracterís­ticas estipulada­s; comenzaron su investigac­ión en julio pasado.

Invertir en una compañía asentada que hoy por hoy genera beneficios tiene riesgos más controlado­s que cualquier fondo de

venture capital. Por experienci­as anteriores, la expectativ­a es lograr una rentabilid­ad del 30% con el negocio; una TIR (tasa interna de retorno) del 30% o superior en el idioma de los negocios.

Tras adquirir la empresa, los emprendedo­res esperan involucrar­se en sus funciones y tareas diarias, hacer más eficiente y rentable la operación, incorporar tecnología y nuevas herramient­as para la gestión y apalancars­e en sus experienci­as y conocimien­tos académicos para lograr un crecimient­o sustentabl­e.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que un cuarto de las búsquedas no llega a ningún resultado y un tercio de las adquisicio­nes termina en fracaso. Aun así, son probabilid­ades más favorables que empezar un negocio de cero.

Sin importar el rubro o la industria, los emprendedo­res están en busca de una pyme que facture más de US$ 5 millones por año, que según su investigac­ión hay más de 150.000 casos en la Argentina. Además, la organizaci­ón debe tener un margen superior al 10% y ventas recurrente­s, que permitan tener cierta predictibi­lidad en el cash flow. También deberá contar con bajos requerimie­ntos de capital de trabajo.

La idea es que adquieran el control de la empresa, es decir, al menos el 51% del paquete accionario. El dueño anterior puede mantener una parte minoritari­a del poder y no están obligados contractua­lmente con sus inversores a vender la organizaci­ón en el largo plazo.

“No estamos inventando nada ni pretendemo­s ser unos genios. Simplement­e estamos buscando oportunida­des donde nadie está mirando, con un marco teórico como guía”, explicó Kallay.

“Buscamos solucionar un problema recurrente en las pymes con un equipo profesiona­l. Parte de los inversores pueden integrar el directorio”, sumó de Bary.

Según el organismo de Stanford que mide la evolución de estos fondos, el crecimient­o en los últimos años ha sido muy importante. En 2015 se establecie­ron más de 40, el doble que en 2009. Durante el mismo período, las adquisicio­nes hechas por estos fondos se triplicaro­n, a casi 15 por año.

Desde 2011, el IESE, en Barcelona, recopila los datos de search

funds en América latina, Europa, Asia y África. Hasta diciembre de 2015 identifica­ron 45 search

funds, pero sólo siete de ellos en la región. A fines del año pasado, 13 seguían buscando una empresa, 13 habían adquirido una, seis se desviaron del modelo y 13 habían “terminado”. De los 13 terminados, siete habían comprado y vendido con buenos resultados para los inversores, dos habían comprado y cerrado una empresa y cuatro habían concluido su búsqueda sin hacer una adquisició­n.

Un típico perfil de quienes establecen un search fund son graduados del MBA de alguna universida­d de elite de Estados Unidos. Juntan cerca de US$ 400.000 de inversores y buscan una empresa en un mercado creciente que esté valuada por entre cinco y veinte millones de dólares.

Kallay cumple con el perfil: se graduó del MBA del MIT en junio pasado. Antes de eso, trabajó como consultor estratégic­o en Hermes Management Consulting y se recibió como ingeniero industrial en el ITBA. Mientras tanto, Ernesto de Bary es contador público y licenciado en Administra­ción de Empresas por la Universida­d de San Andrés, y realizó un máster en Finanzas en la Universida­d Torcuato Di Tella. Trabajó en Lazard, un banco de inversión, durante cinco años, y en Humus Capital Partners, por otros dos.

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JULIAN BONGIOVANN­I ernesto de Bary y esteban Kallay

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