“El que compara la Copa Libertadores con la Champions no sabe nada”
La Copa Libertadores siempre es una prioridad para Gallardo y más aún a días de jugar con Wilstermann, en Bolivia, por los cuartos de final: “Eso es algo que aprendí… Nuestra Copa, nuestra bendita Copa Libertadores, es un torneo especial. El que la quiere comparar con la Champions League es porque no sabe nada, no es racional a lo que culturalmente se vive en un lado y en otro. La Copa Libertadores tiene sus condimentos. Siempre digo: yo no sé si Barcelona, si le toca ir a jugar de visitante a Alemania, lo esperan en el aeropuerto y le empiezan a tirar piedras al micro de los jugadores; o si cuando llegan al estadio te mueven el micro… Todas esas cosas no son comparables. Y desde ahí hay que entender el juego. La Copa Libertadores tiene eso, de que muchas veces tenés que combatir en el buen sentido porque tenés que estar capacitado para sobrellevar todas esas cosas, que no te ablande cualquier circunstancia adversa. Cuando fuimos a Valera (Venezuela) viajamos en un avión en donde no sabíamos si llegábamos. Los aviones de línea no iban y fuimos en un chárter porque la pista era corta. Y nosotros dijimos “¿Cómo?”. ¿Y qué tenés que hacer? Sino era subirte a un micro y hacer un viaje de cuatro horas por una montaña y tampoco sabías si llegábamos… Terminamos yendo en una palomita todos apretados, con lluvia… El deseo de ganar la Copa es tal porque es muy difícil lograrla. ¿Por qué? Tenés que someterte a todas estas pruebas, no sólo a las futbolísticas”, explica el DT y agrega: “¿Viste cuando hablan de los viajes? Es así. Después dicen: “No están preparados para jugar cada tres días”. Sí, pero en condiciones normales. No son excusas. Lo que pasa es que todo esto no interesa. Sí saber con qué equipo vamos a jugar y si podemos ganar”.
–¿Se hacen cargo del cartel de candidatos?
– No sufro que digan que soy candidato. Yo estoy en River, sé lo que significa y cuáles son las diferencias. A mí no me pagan para salir sexto, séptimo o noveno. Yo estoy acá para ganar. Después sé que si hay un equipo que juega mejor, va a ganar porque hace mejor las cosas. Pero estoy acá para intentar ganar.
–Los doping de Mayada y Martínez Quarta: a la distancia, ¿qué autocrítica hacés?
–No encontramos respuestas a lo que sucedió. Porque si hubiese habido algo… no te queda otra que asumir responsabilidades, sea quien sea y barajar y dar de nuevo. Entonces desde ese lugar podés decir “sí, nos hemos equivocado”. Pero acá no. El procedimiento ha sido siempre el mismo durante todos estos años y sigue siendo el mismo ahora; peor, porque ahora revisamos el doble, ¿cómo pasó esto?. Y lamentablemente los que más sufren todo esto son los chicos suspendidos por algo que nosotros consideramos totalmente injusto. Dos muchachos extraordinarios, sanísimos, buena gente.
–Están expuestos a que vuelva a pasar...
–Bueno, tratamos de revisar todo lo que hemos hecho. No es que decimos “Ché esto lo podríamos…” No. Como no tenemos respuestas, acá no hay algo así. Si fue siempre igual porque fue siempre así. ¿Por qué saltó ahora? Y pasamos miles de controles. No es de ahora, cuatro años de competencias internacionales. Para nosotros, la respuesta, sigue siendo un signo de pregunta.
–¿Alguna vez te cruzaste con un hincha xeneize que te reconoció: “Quiero que Boca juegue la Copa como lo hace este River”?
–(piensa unos segundos) No, no, no. Más allá de que yo he comentado que tengo amigos cercanos hinchas de Boca, con quienes tenemos chicanas por afinidad, no he tenido episodios de ese tipo.
–¿Te da alegría este nivel de Pity Martínez?
–Pity fue una apuesta cuando lo trajimos en 2015, pero también hay urgencias. Hay que calmar las ansiedades y es muy difícil porque mientras tanto tenés que convivir con todo eso. Tenés que estar convencido de que el jugador tiene mucho potencial y necesita el tiempo justo. Pero a veces acá el tiempo justo no lo tenés. Hemos tenido jugadores que no han tenido la posibilidad siendo muy buenos futbolistas. Como el caso Tabaré Viudez, un talento tremendo que acá no pudo adaptarse. Cuando Tabaré llegó, dio ese pase con Guaraní y en ese momento me trataron de mago. Me decían ‘de dónde sacaste ese jugador que en 10 minutos generó todo eso y nos depositó en la final’… Pero bueno, el mundo River es muy grande y cuando te cae la ficha es difícil. Mismo lo que pasó con Nicolás Bertolo. Lo querían todos, pero acá no se terminó de soltar. Siempre vamos a tener errores y aciertos.