El dólar, en baja, pero con un nuevo piso
Finalizó una semana agitada en $ 17,29; seguiría cerca de ese nivel
Tras varios días en alza, el billete operó ayer a la baja –por segunda jornada consecutiva– y terminó a $ 17,29 en las pizarras de los bancos y a $ 16,98 en el circuito mayorista, en el que operan los grandes inversores.
Para el mercado, sin embargo, parece difícil pensar que luego de la escalada de la semana el tipo de cambio se ubique muy por debajo del nivel actual. Los operadores consideran que, pese a la baja, la moneda de Estados Unidos encontró un nuevo piso, en torno a los $ 17.
Todo lo que sube baja, dice el refrán. Aunque, en el caso del dólar, es una verdad a medias. Tras varios días de intensa suba, el billete se operó ayer a la baja –por segundo día consecutivo– y terminó a $ 17,29 en las pizarras de los bancos y a $ 16,98 en el circuito mayorista, donde operan los grandes inversores. Para el mercado, sin embargo, parece difícil pensar que luego de la escalada de la semana, el tipo de cambio se ubique muy por debajo de los niveles actuales.
“Creo que este es el nuevo nivel del dólar”, sentenció, apenas cerró la rueda, el jefe de cambios de un banco internacional, con la condición de no ser identificado. “El mercado está cómodo con un dólar en torno de los 17 pesos”, aseguró.
Fue moderado el volumen operado durante la rueda: 490 millones de dólares. Pero el Banco Central (BCRA) también hizo lo propio para desinflar las compras especulativas y tentar a los tenedores de pesos a posicionarse en instrumentos a tasa de interés. La entidad que preside Federico Sturzenegger volvió a convalidar una suba de tasas en las letras –las Lebac– que vende en el mercado secundario. La más corta, la llevó a 26,2% anual.
“El Central no intervino comprando dólares, pero sí hubo intervención vía tasas”, aclaró Amílcar Collante, economista de Cesur. “Creo que marcó la cancha y puso un techo al dólar; no veo que se vaya más allá”, agregó.
Con tasas de interés más altas el Banco Central vuelve a dar señales de estar anticipándose a una aceleración de la inflación.
Según Federico Muñoz, de la consultora Muñoz & Asociados, el traslado de la suba reciente del dólar a los precios podría no ser “demasiado intenso”, precisamente porque las tasas de política mone- taria son de las más altas de la gestión Sturzenegger, cuando se las compara con la inflación esperada. “Estamos hablando de que el mercado está previendo una inflación para los próximos 12 meses del 17%, y las tasas están en 26% anual. Son tasas reales positivas de 9 puntos; pocas veces la política monetaria fue tan contractiva como hoy”, dijo Muñoz.
El 19 de julio vencerán Lebac por 495.000 millones de pesos y muchos esperan que el Banco Central intente el martes previo renovar la mayor cantidad posible.
Con la suba del dólar en los últimos días, ya el tipo de cambio real multilateral, que es el que refleja la competitividad de la moneda argentina, mejoró un poco y volvió a los niveles de comienzos de año. Con respecto a abril pasado, uno de los momentos de mayor atraso cambiario, se recuperó casi un 10 por ciento.
“Durante bastante tiempo me hice eco de las quejas de que estábamos en una situación de retraso cambiario y de un tipo de cambio incómodamente bajo; no puedo más que darle la bienvenida a esta corrección”, dijo Muñoz.
“Pero si bien, en tal sentido, la flexibilidad cambiaria es un valor, tal vez, la excesiva volatilidad no lo sea. El movimiento tan violento crispó los ánimos, pero el resultado es bienvenido”, aclaró el economista.
Curiosamente, desde el Banco Central precisamente la volatilidad fue festejada. Según confiaron fuentes de la entidad a la nacion, aun en el peor momento de la semana, cuando la divisa parecía no tener techo, desde la mesa chica del Central buscaron transmitir al mercado el mensaje de que no tenían previsto intervenir para marcar un precio, comprando y vendiendo dólares, como sí se hizo en el pasado.
“Estaba la duda sobre qué podía pensar el mercado si algún banco oficial vendía por cuenta propia. incluso se llegó a debatir decirle a los bancos que no operaran, para que nadie tomara el mensaje equivocado. Al final, no pasó. incluso nos vino bien que el Banco Nación estuviera comprando cuando todo el mercado esperaba que saliera a vender en nombre del Central”, explicaron. Al final del día, el mercado sólo se acomodó.