la importancia del control físico
“La Cámara de la Industria del Calzado tiene 101 años, y hace cerca de 30 trabajamos codo a codo con la Aduana. Contamos con un equipo profesional de técnicos y una dotación capacitada de controladores ante el organismo”, contó su gerente Laura Barabas, tras la presentación del ORA, interesada en que no se descarte el contacto visual con la mercadería. “Tenemos un producto muy susceptible a las importaciones que vienen aumentado fuerte y, hoy, contamos con herramientas que nos permiten de alguna manera reducir la competencia desleal”, dijo y apostó a que la fiscalización se intensifique sin mermar el control físico de la mercadería que “para nuestro sector sigue siendo importante”. Por eso, la Cámara (que representa tanto a empresas de 8 personas como a grandes compañías con 4000 empleados), ya pidió una audiencia con las autoridades para defender sus intereses. “Si bien no podemos tocar la mercadería porque somos observadores, verla permite alertar si está mal clasificada, si el origen debe pagar dumping o está mal etiquetada”, explicó Barabas. “Queremos ser protagonistas porque siempre hemos sido una ayuda para la Aduana”, dijo y planteó que el canal rojo no siempre es un costo, “nos ha servido para detectar irregularidades que atentan contra el sector del calzado”. Desde una posición constructiva celebró el “control inteligente” que permita “no depender de la subjetividad de un funcionario”, pero al mismo tiempo rescató el control físico que realiza la entidad al afirmar que “no se trata de intuición sino del fundamento técnico legal de nuestros observadores”. La Gerente de CIC contó que a nivel mundial existe sobreoferta de calzado, “se produce mucho más de lo que se consume, por eso lo que sobra tiene como destino final los países como el nuestro que permiten el ingreso”, y en este punto valoró la importancia del control para evitar el daño que genera el ingreso de mercadería con irregularidades. “Desde la cámara comprendemos la integración y las necesidades de apertura al mundo, de hecho, necesitamos que las marcas estén para poder competir, pero tiene que existir un marco de protección como en todos los países”, agregó. Respecto de la actividad, aclaró que el sector no es un gran exportador pero en 2016 las operaciones registraron un crecimiento de 3% en cantidades, respecto de 2015. Se exportaron 620.000 pares por casi US$9 millones y, entre los principales, destinos se sumó China (6%) a los mercados limítrofes como Uruguay (59%), Paraguay (14%), Chile (6%), y Brasil (5%).