Huracán vivió una noche de euforia

Noche fría, 1ª rueda por la Copa Sudamericana, partido de desquite de un 0-3, seis jugadores suspendidos en el local, 200 pesos por una popular (300 para los no socios). La propuesta no sonaba muy atractiva. Pero los pocos fieles que asistieron al palacio Ducó terminaron eufóricos: Huracán asestó a Anzoátegui un 4 a 0, definido casi en el último minuto, y avanzó a los 32os de final.

Como el sábado último contra Boca, Alejandro Romero Gamarra, un producto del club, marcó un gol decisivo: con ese tanto a los 47 minutos de la segunda mitad, el Globo evitó la siempre riesgosa y angustiante resolución por penales.

Paradójicamente, Anzoátegui estaba por cambiar de arquero para la definición. El titular, Beycker Velásquez, había facilitado los dos primeros tantos, más allá de varias buenas atajadas que evidenciaron que Huracán era muy superior.

Lo fue pese a las bajas de Nicolás Romat y Lucio Compagnucci, expulsados en Venezuela hace tres meses (la ida fue el 1 de marzo), y Matías Fritzler, Mauro Bogado, Marcos Díaz y Federico Mancinelli, sancionados en 2016 tras el disturbio ante Nacional en Medellín, por la Copa Libertadores.

La excesiva pausa entre ambos partidos de la serie favoreció a Huracán, que en ese lapso obtuvo cierta regularidad y repuntó en su juego. Diego Mendoza, en el primer tiempo, y los canteranos Leandro Cuomo, Norberto Briasco y Romero Gamarra anotaron para una goleada que sostiene un frente internacional que parecía resignado para Huracán.

Su próximo rival no está determinado, pues los cruces de los 32os aún no fueron sorteados (en esa etapa ingresarán clubes que disputaron la Libertadores este año). Hoy buscará esa instancia Racing, que en Colombia intentará sostener el 1-0 conseguido en Avellaneda sobre Rionegro Águilas Doradas. Andrés Vázquez