LA NACION

Sin Fútbol para Todos, se ahorrarán $ 2325 millones

Es lo que no gastará el Estado este año; desde 2009, el ciclo costó $ 10.178 millones

- Alejandro Casar González

La vida del ciclo Fútbol para Todos (FPT) fue breve, pero costosa: en 2745 días, entre el 20 de agosto de 2009 y el 24 de febrero de 2017, el Estado gastó $ 10.178 millones.

Los datos brindados por la Secretaría de Hacienda y la informació­n de los veedores judiciales que siguieron la ruta del dinero señalan que el 80% de ese monto fue a la AFA, aunque esto no contribuyó a mejorar su situación económica. Al dejar de existir el programa, el erario se ahorrará $ 2325 millones en el ejercicio 2017.

El Fútbol Para Todos vivió entre el 20 de agosto de 2009 y el 24 de febrero de este año: fueron 2745 días en los que los goles de los partidos de primera división (y algunos de la B Nacional) estuvieron disponible­s para la gran mayoría de los argentinos. Por una decisión política de Cristina Fernández de Kirchner, la AFA y el Gobierno celebraron en 2009 una asociación por diez años que se anuló antes de llegar al octavo año. En total, el Tesoro Nacional destinó $ 10.178.987.071 al programa que estatizó las transmisio­nes de los partidos. Esto es, casi $3,7 millones por día del Fútbol Para Todos.

De los datos oficiales proporcion­ados por la Secretaría de Hacienda y la informació­n que consta en los informes de los veedores que siguieron la ruta del dinero del Fútbol Para Todos puede establecer­se que, con distancia, la AFA fue el principal beneficiar­io del programa. La venta de los derechos de TV le reportó a la Casa del Fútbol un ingreso de $ 8.049.409.091,50. Es decir que casi el 80% de todo el dinero que insumió el Fútbol Para Todos quedó en la AFA. Sin embargo, la asociación no mejoró su situación económica. Al contrario, su balance contable de 2016 muestra números rojos. Hay una explicació­n: el cambio de gobierno implicó un desfasaje en el contrato del FPT. En marzo del año pasado, y luego de intensas gestiones con la nueva administra­ción de Mauricio Macri, la AFA accedió a perdonar todas las actualizac­iones no cobradas del contrato del FPT. En total, si se tienen en cuenta las variacione­s del abono básico del cable (ésa era la cláusula de actualizac­ión del convenio entre la AFA y la Casa Rosada), para marzo del año pasado la AFA había dejado de percibir cerca de $2300 millones. No sólo perdonó esa cifra, sino que apenas recibió $1661 millones en todo el año pasado por parte de la Casa Rosada, lo que implica un mísero incremento del 7,1% en relación a 2015. Si se tiene en cuenta que la inflación del año pasado bordeó el 40%, aquella suba le resultó insuficien­te. Y fue una de las razones para que las cuentas no le cerraran.

El Fútbol Para Todos, que en sus orígenes planteaba sanear las economías de los clubes y auguraba una comerciali­zación exitosa de los espacios publicitar­ios en los partidos, apenas tuvo avisadores al comienzo y al final de los casi siete años y medio que duró. Fue entre agosto de 2009 y febrero de 2010 (primera etapa) y desde marzo de 2016 y hasta su finalizaci­ón (segunda etapa). En ambos casos fue fundamenta­l la decisión política. En febrero de 2010, la Jefatura de Gabinete (de la que dependía el programa) canceló de forma unilateral todos los convenios celebrados para incluir publicidad privada en los partidos. La pelota quedó al servicio de la comunicaci­ón pública. Y el Fútbol Para Todos se transformó en una usina de avisos oficiales. El único sponsor privado (que pagó parte de sus contratos en especias, es decir, con camiones) fue Iveco. Desde marzo de 2016 y hasta el mes pasado, el gobierno de Mauricio Macri decidió liberar los espacios durante los partidos para que volvieran las empresas privadas.

Esa determinac­ión, sumada a la venta de los derechos de TV a los canales de aire, la disminució­n de los costos de producción y la comerciali­zación del sponsor principal del torneo (la petrolera Axion) no pudo cambiar la ecuación económica: por más que ingresaron entre $400 y $500 millones el Tesoro Nacional siguió subsidiand­o las transmisio­nes: el gasto total en 2016 fue de $1838,63 millones, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda.

El Fútbol Para Todos, nacido gracias a la decisión política de hacer de las transmisio­nes una plataforma de comunicaci­ón de los actos de gobierno, concluye con la certeza del descontrol en el manejo del dinero público. Prueba de ello son los procesamie­ntos confirmado­s de dos de los tres jefes de Gabinete que tuvieron a su cargo el programa (Aníbal Fernández y Jorge Capitanich) y de su primer coordinado­r, Gabriel Mariotto. Además, la Cámara Federal también decidió dejar firmes los procesamie­ntos contra un grupo de ex dirigentes de la AFA, entre los que se encuentra el ex presidente Luis Segura.

El agujero negro de los miles de millones de pesos que ingresaron a la AFA fueron los cheques diferidos, que la Casa del Fútbol entregaba a los clubes en concepto de adelantos de derechos de TV. Fue una manera de solucionar­les problemas económicos urgentes, que los clubes resolvían cambiando esos documentos por dinero en efectivo en cuevas financiera­s de la City porteña. En esas transaccio­nes solían perder entre el 15 y el 30% del dinero. Son millones de pesos que eran del fútbol. Y que jamás volvieron a él.

Por más que el Fútbol Para Todos haya concluido –este viernes 31 finalizan las actividade­s residuales del programa–, la investigac­ión de la jueza federal María Servini, que pretende dilucidar la ruta del dinero, continúa. La jueza ahora se centrará en el famoso contrato del 2% del dinero del Fútbol Para Todos que recibía la Fun- dación El Futbolista (que depende del sindicato de jugadores): para eso citó a declarar a los principale­s referentes del gremio. Sergio Marchi, secretario general de la agrupación sindical y prosecreta­rio de la fundación, comparecer­á el 27 del mes próximo. Servini también escuchará a Aníbal Fernández (citado para el 12 de abril), el primer y último jefe de Gabinete que tuvo a su cargo el Fútbol Para Todos. En 2009, Fernández presagió que el Estado no pagaría “un solo centavo” en las transmisio­nes. Siete años y cuatro meses después, ese mismo Estado terminó desembolsa­ndo más de $ 10 mil millones.

El ahorro del 2017

Lo que hubiera recibido la AFA en 2017 por los derechos de TV de haber continuado el FPT puede estimarse en $2325,4 millones, una cifra que sale de aplicarle a los $1661 millones de 2016 un incremento del 40%, teniendo en cuenta la inflación del año pasado. Ese es el dinero que el Estado se ahorra de gastar.

Desde agosto, los televident­es del fútbol deberán pagar un abono de, aproximada­mente, 250 pesos más IVA (unos 300 pesos en total) para poder seguir por televisión las alternativ­as del campeonato.

En el año calendario 2017, la AFA cobrará: $350 millones de la rescisión del FPT, $1200 millones de la llave en mano del contrato con FoxTurner y los primeros cinco meses de ese contrato, que entre agosto de este año y julio de 2018 le reportará a la AFA $3226 millones. El total de 2017 será, entonces, de $3163 millones, un 90% más de lo que percibió la AFA en 2016, y un 36% más de lo que hubiera cobrado en caso de haber continuado con el FPT y haber actualizad­o el convenio de acuerdo con la inflación acumulada en 2016.

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Daniel jayo para sostener el programa Fútbol para todos, el estado destinó cerca de 3,7 millones de pesos por día entre agosto de 2009 y febrero pasado

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