Como en 1987, el héroe del Latino es de La Biznaga
Savage Toss fue el primer ganador argentino, hace 29 años; el sábado, Don Inc dejó sin invicto en casa a Brasil
Juan Ithuralde, como la mayoría de los burreros argentinos, vio el El Gran Premio Latinoamericano en Palermo. Pero lo celebró como ninguno de ellos. El director del haras La Biznaga, donde nació Don Inc, no cabía en sí de orgullo: “Es una alegría enorme; es el segundo Latino para nosotros y esta vez en Brasil, donde los argentinos nunca ganamos”, arranca el veterinario.
En 1987, Savage Toss, con la chaquetilla de la cabaña de la familia Blaquier, había roto una racha de ocho clásicos continentales – desde el inaugural– sin triunfos argentinos. Ahora, otro caballo criado en los campos de Islas, marcó otro hito, gracias a la conquista de Gávea, el sábado pasado. “Este caballo es todo actitud, siempre va para adelante”. La imagen de Don Inc remontando la recta final del hipódromo de Río de Janeiro está fresca. “Ricardo lo corrió al milímetro, conoce mucho la pista y lo traía bárbaro; lo apuré para que moviera porque no sabía cuándo venía el disco”, cuenta Ithuralde entre risas, aliviada la tensión del final.
Don Inc es hijo de Include, otro acierto de La Biznaga para elegir reproductores: “Es un padrillazo; el año pasado ganó la estadística y nos queda para vender este año su última generación aquí. Nos habían avisado que Hat Trick no venía – en 2013–, La Providencia había traído a Include, y nos ofrecieron entrar”. Ithuralde ha- bla de suerte, pero destaca “el trabajo de la gente del haras, los que están día a día”. Y también a la madre de Don Inc: “Stormy Dove es por Bernstein, otro gran padrillo que trajimos, el primer Storm Cat que vino a la Argentina. Ella tiene familia de Ojo de Agua, la de Pajarraco; pedigree de sobra...”.
El triunfo del Latino 2016 no fue con los colores de La Biznaga, pero se disfrutó como el de hace 29 años: “A Don Inc lo compró Hernán Gasibe para Las Monjitas, de Camilo Bautista, el mismo dueño del equipo de polo. Está encantado, el año pasado nos compró una yegua lindísima el año pasado, y espero que vuelva al remate de nuevo, lo espero”.
Otra vez sonríe Juan Ithuralde. No hace falta hacer marketing.