Ofensiva de los bonistas contra el levantamiento de las cautelares
Presentaron varios escritos ante la Justicia de Nueva York; buscan asegurarse así el pago acordado con el Gobierno
NUEVA YORK.– Mientras el Congreso se apresta a discutir el acuerdo del Gobierno con los holdouts que busca poner fin al default de 2001, los acreedores del país presentaban en la Justicia de Estados Unidos sus argumentos para impedir que se levanten las medidas cautelares que impiden los pagos de la deuda de los canjes de 2005 y 2010.
Los bonistas que aún no llegaron a un acuerdo con el Gobierno mostraron su temor a perder poder de negociación, mientras que Aurelius, uno de los fondos buitresque ya cerró, dejó ver su desconfianza en que la Argentina no pague lo acordado.
Aurelius dijo en un escrito ante la Corte de Apelaciones que la Argentina buscó el fin de las medidas cautelares “basada solamente en un plan que mezcla esperanza con coerción”, y que la orden del juez Thomas Griesa que estableció una hoja de ruta para levantar las medidas cautelares “descansa en la premisa errónea” de que el cambio de circunstancias que produjo la voluntad del Gobierno para negociar y pagarle a los demandantes “existe solamente en la esperanza de que la Argentina pagará a una grupo de acreedores que aceptaron términos bajo condiciones coercitivas”.
“Para ser claros, esperamos sinceramente que la Argentina pagará en su totalidad nuestro acuerdo”, indicaron los abogados de Aurelius. Pero, luego, señalaron que como “eso está lejos de la certeza”, la Corte de Apelaciones debía “corregir la impresión errónea” de la orden de Griesa.
Aurelius pidió que se rechace esa orden, o, al menos, que se aclare que si la Argentina no paga a NML, Aurelius, Olifant y Blue Angel los US$ 4653 millones establecidos en el acuerdo para el 14 de abril al mediodía, hora de Nueva York, las medidas cautelares seguirán en pie. Los “bonistas minoristas”, que poseen el grueso del 15% de las sentencias que llegaron a la mesa de negociaciones del Special Master, Daniel Pollack, y por los cuales todavía no se llegó a ningún acuerdo, dijeron ayer ante la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York que si levantan las cautelares, o injuctions, no tendrán más “alternativa práctica que aceptar la oferta oficial del 5 de febrero”.
“Para los bonistas minoristas, el efecto práctico de derogar las medidas cautelares sería aplicar una presión extrema: la Argentina está tratando de imponer los términos su “oferta pública” unilateral, o peor, en los tenedores de bonos restantes, sin negociaciones reales”, escribió el abogado Michael Spencer, cuyos clientes tienen reclamos por US$ 686 millones.
“El grupo de NML quiere mantener las medidas cautelares en vigor porque están preocupados de que su acuerdo con la Argentina podrían no cerrarse, y quieren preservarlas en caso de que necesiten continuar litigando”, escribió el abogado. Spencer insistió en que sus clientes no han podido negociar con los funcionarios del Gobierno de Macri.
“Mientras que la nueva administración Macri dice que está abierta a la negociación y resolución de los reclamos de tenedores de bonos, no han ocurrido tales negociaciones con los tenedores de bonos individuales, y esos tenedores de bonos forzosamente no han acordado”, describió el abogado. Algunos de sus clientes ya han aceptado la oferta argentina: antes de que se presentara la apelación, Spencer representaba a bonistas que poseían unos US$ 832 millones.
Otro grupo de fondos que también apeló la orden de Griesa advirtió que disolver las medidas cautelares “a la velocidad de la luz requerida por la Argentina [...] invita a la Argentina a continuar actuando con impunidad ante la ley” y deja a los acreedores que no han acordado aún ante la perspectiva de un “continuo, aparentemente sin fin litigio”. Son fondos que poseen reclamos por US$ 1600 millones contra el país. “De hecho, el comportamiento reciente de la Argentina es más de lo mismo”, afirmaron.