EL BÉISBOL BUSCA SER BOOM EN LA ARGENTINA
Referentes de las Grandes Ligas estuvieron por primera vez capacitando a entrenadores para el desarrollo del deporte
Resulta difícil concebir la participación argentina en el mundo del béisbol. Con la mirada enfocada en los deportes populares, atrás van quedando muchos terrenos por arar. Pero la pasión nacional supera todas las expectativas… hasta en el béisbol. La historia marca que noventa años atrás se fundó la Federación Argentina –con otro nombre–, que la selección nacional acumula cua- tro campeonatos sudamericanos, tres de ellos consecutivos entre 2011 y 2013, y que la Major League Baseball (MLB) –las ligas de béisbol profesional de mayor nivel de los Estados Unidos– llegó este año a la Argentina para trabajar e impulsar el deporte con el Programa de Desarrollo para Entrenadores, auspiciado por la oficina del Comisionado de la MLB a través del Departamento de Desarrollo de Talento en América Latina.
Ex jugadores y entrenadores de las Grandes Ligas y las Ligas Menores, que hoy son instructores, dictaron durante noviembre un curso intensivo de ocho días para 30 entrenadores de Buenos Aires, Chubut, Rosario y Tucumán. “Nosotros tenemos una encomienda: ha- cer todo lo posible por globalizar el juego y alcanzar la mayor cantidad de países posibles. Lo más difí- cil para hacer crecer un deporte en un país es en- contrar personas compro- metidas y aquí lo encontramos. Eso impresiona en un país tan futbolero”, comenta Joel Araujo, Manager International Talent Development de la MLB.
“A mí el país me llamó la atención desde que vine en 2013 porque me quedé con la intriga de qué podíamos hacer a largo plazo. Al ver tanta pasión, comencé a soñar, le dimos un seguimiento y en febrero invitamos a la Federación a una reunión para ver qué ayuda le podíamos dar y decidimos hacer el curso”, agrega Araujo.
El programa se dictó en ocho días y se dividió en clases teóricas por la mañana sobre diferentes aspectos del juego y sesiones de prácticas en el campo durante la tarde en el Estadio Nacional de Ezeiza. Comprendió la capacitación en las áreas de pitcheo, bateo, jugadores de cuadro, jardineros, receptores, acondicionamiento físico e identificación y evaluación del talento. “El curso fue excelente. Nunca había venido un contingente de entrenadores de la MLB. Pudimos sacarnos dudas y actualizarnos con técnicas nuevas. Y fue importante que casi toda la elite de los entrenadores argentinos participaran para unificar criterios”, explica Sergio Semba, entrenador hace más de 30 años, hoy en Nichia Béisbol.
“Que la MLB haya puesto un pie en la Argentina hace presumir que aplicando lo aprendido y con políticas correctas en cuanto a promoción y alto rendimiento–, en algún tiempo cercano, algún jugador argentino esté pronto jugando en la MLB”, agrega Semba, haciendo alusión al gran sueño del béisbol en el país.
Para esta encomienda, que ya se realizó también en República Dominicana, México y Colombia, entre otros, la MLB seleccionó un grupo de personas de trabajo con vasta experiencia. Raúl Casanova es una de ellas. El puertorriqueño fue receptor de la MLB durante nueve temporadas entre 1996 y 2008 y jugó en Detroit Tigers, Milwaukee Brewers, Baltimore Orioles, Chicago White Sox, Tampa Bay Devil Ray y New York Mets.
“Nuestro objetivo es instruir a los entrenadores para que puedan aplicar estos conocimientos con los jóvenes. La MLB pone las raíces pero ellos deben llevar ese conocimiento a diferentes regiones del país. Lo que hacemos es una instrucción básica y fundamental de todas las posiciones con la intención de formar una base fundamental para que se comience a entender mejor el deporte. Se nota que hay pasión para el beisbol aquí”, explica Casanova, maravillado por el compromiso de los entrenadores. Los argentinos aún no han llegado a las Grandes Ligas y es la gran cuenta pendiente del béisbol en el país. Es por eso que este primer paso de la MLB podría ser una piedra fundacional de cara al futuro. “Aquí hay muchas personas que juegan al fútbol y quieren ser profesionales pero se quedan en el camino, tal como pasa con el básquetbol. Antes de que triunfara Emanuel Ginóbili, la gloria en la NBA se veía lejos y llegó. En el béisbol será más difícil porque no es un deporte tan estable. Pero hay que perseverar. Trabajando con esfuerzo y dedicación se puede colocar en un nivel alto al béisbol”, sueña el ex receptor puertorriqueño.
La competencia en el país no es muy extensa pero tiene distintos focos. La Liga Metropolitana tiene seis equipos y Ferro, campeón del Apertura en la categoría A1, se quedó el domingo pasado con la súper final al vencer por 10-4 a Vélez Sársfield, ganador del Clausura 2015. Además, hay otros seis equipos en la categoría A2. La Federación Argentina también contiene como afiliados a la Liga Salteña de Béisbol, la Federación Cordobesa, la Asociación Rosarina, la Liga Tucumana y Chubut Béisbol.
Sergio Javier Martín Martín, presidente de la Federación Argentina, destaca la importancia de la llegada de las Grandes Ligas al país: “Es un éxito y una motivación. Han puesto el ojo en nuestros atletas y entrenadores y refleja el apoyo que vamos a tener. El béisbol es un deporte altamente competitivo y se precisa mucho entrenamiento y capacidad técnica. Contamos con el apoyo del ENARD, la Secretaría de Deporte y el Comité Olímpico Argentino para cumplir nuestros objetivos”.
El perfeccionamiento llegó a la Argentina en un acontecimiento histórico y con un objetivo fundamental: la proyección del béisbol. El sueño de ver un argentino en las Grandes Ligas ya tiene su raíz.
Treinta entrenadores de Buenos Aires, Chubut, Rosario y Tucumán participaron en el Programa de Desarrollo de la MLB