se afianzó el nuevo valor del dólar y aumentaron las reservas del Bcra
El mercado convalidó lo ocurrido el primer día sin cepo; la divisa bajó a $ 13,60 y se pactó a $ 13,95 a marzo; comenzaron a ingresar fondos de las cerealeras
Tanto el dólar minorista como el mayorista bajaron ayer en otra jornada calma y con mayor volumen de operaciones que la del día primer día sin cepo. La cotización mayorista bajó de 13,38 a 13,29 pesos (0,67%) y la minorista, de 13,95 a 13,60 (2,5%) por lo que también se achicó la brecha entre ambos precios. El Banco Central (BCRA) volvió a mantenerse al margen de los negocios.
La rueda dejó otras dos señales de normalización: subieron las reservas y los mercados de futuros de dólar dibujaron un horizonte de estabilidad en el corto plazo, al retomar su actividad tras una seguidilla de feriados y operar sin intervención oficial. El vencimiento para fines de marzo se pactó a $ 13,95.
En tanto, el BCRA cortó una seguidilla de caídas al repuntar en 241 millones de dólares, es decir, un 1%, como consecuencia del ingreso de fondos de cerealeras provenientes de créditos obtenidos en el exterior para prefinanciar exportaciones. Así, las reservas, que habían bajado hasta los 24.124 millones de dólares anteayer, quedaron ayer en 24.383 millones y mostraron un primer esbozo de recuperación genuina en casi cinco meses. Pero lo que aportó más tranquilidad a la plaza fue saber que los productores agropecuarios comenzaron a desprenderse de los granos acopiados desde hace meses en los silobolsas.
La cotización del dólar retrocedió en la segunda rueda de operaciones tras la eliminación del cepo cambiario, al caer de $ 13,38 a 13,29 el precio de venta para la versión mayorista (-0,66%) y de $13,95 a 13,60(-2,5%) la minorista. El ajuste fue al cabo de una jornada de operaciones más activa, en la que se duplicó el monto de divisas operado, y en la que comenzaron a normalizarse lentamente las operaciones minoristas, lo que ayudó a que la diferencia de precios (“spread”) entre una y otra cotización, que había promediado el 4,5% anteayer, se comprimiera a poco más del 2 por ciento en la víspera.
El mercado mostró así que no sólo convalidó los precios surgidos un día antes tras la liberación de las restricciones (con muchas menos operaciones), sino que reveló que comienza a apostar por un período de tranquilidad cambiaria.
Este último dato surge de las señales que, en este sentido, aportaron los mercados de futuros locales, que volvieron a operar ayer tras una prolongada inactividad, donde los contratos a vencer a fin de marzo cerraron a un valor promedio de $ 13,95.
En ninguna de estas plazas tuvo intervención el Banco Central (BCRA), algo que indica que oferta y demanda privada empiezan a hallar un punto de encuentro.
El cambio de clima comenzó también a dejar huellas en las reservas internacionales, que cortaron una dramática seguidilla de bajas, para repuntar en US$ 241 millones (1%,). Fue porque comenzaron a ingresar en cuentas los fondos que se comprometieron a aportar las cerealeras y nacen en los créditos obtenidos para prefinanciar ventas al exterior, apenas los productores empezaron a liquidar los granos retenidos a la espera de la devaluación y la quita o baja de retenciones.
La tenencia contable del BCRA, que había caído hasta los 24.124 millones de dólares anteayer, cerró ayer en 24.383 millones, dando el primer signo de recuperación de los últimos cinco meses. Aun así la entidad que conduce Federico Sturzeneggerrefor-zará además su liquidez convirtiendo a dólares unos US$ 3100 millones del equivalente a US$ 11.000 millones en yuanes que tiene gracias al swapacor-dado con el Banco de China.
Pero el dato que trajo tranquilidad fue que el desatesoramiento en el caso de los silobolsas habría comenzado ayer. “Estoy vendiendo lo que me queda de mis reservas de soja. El precio es bueno y tengo que enfrentar insumos y otros costos de producción”, confesó a la agencia Reuters Santiago del Solar, un productor bonaerense, afirmando esa idea tras la cautela observada en la plaza granaria anteayer.
La reacción llegó en una jornada en la que los precios locales operados de la oleaginosa se recuperaron para alentar las ventas. Además, según un informe de la consultora Economía & Regiones, “el sinceramiento cambiario (concepto que incluye la devaluación y el cambio o la eliminación de los impuestos a la exportación) mejoró notablemente la competitividad del sector agroexportador”. Los más beneficiados serían los productores de girasol (105%), trigo (86%) y maíz (79%). En el caso de la soja, el producto másretenido,elbeneficioenelcasode liquidarseesestockenlascondiciones actuales promediaría un 56%, de allí que se espera que las ventas se incrementen desde la próxima semana.
La clave para una mayor normalización fue que las operaciones entre bancos, que no habían llegado a sumar US$ 50 millones anteayer, escalaron hasta los US$ 171 millones en la víspera. Y que, lentamente, la operatoria minorista comienza a mostrar fluidez, al punto de que no pocas personas lograron comprar o vender divisas por home banking.
“Probé temprano a la mañana y no pude hacer nada, Pero volví a intentar después y pude comprar US$ 100 a $ 13,75 con transferencia desde mi caja de ahorro”, explicó algo sorprendido Pablo, un empleado que creyó que no podría hacer esta operación hasta la semana que viene. “Pensé que por esto de la adecuación de sistemas, el problema duraría hasta el fin de semana”, confesó.
El BCRA emitió además otra señal para tratar de afianzar el clima de confianza: anunció que comenzará a emitir letras (Lebas) y Notas (Nobac) en dólares a plazos que irán de los 35 días hasta los 2 y 3 años y que podrán cotizar en el mercado internacional. Esto le permitirá abrir un canal directo para captar capitales y “dotar al mercado de una curva de rendimientos de corto y mediano plazo”,explicó.