LA NACION

Triunfo de Dilma en la Corte: vuelve a foja cero el proceso de impeachmen­t

El tribunal declaró inconstitu­cional la comisión que se formó en Diputados y ordenó que todo el trámite se empiece de nuevo; le dio más poder al Senado

- ALBERTO ARMENDáRIz LA NACION

RÍO DE JANEIRO.– El proceso de impeachmen­t a Dilma Rousseff vuelve a foja cero. La presidenta brasileña logró anoche una importante victoria con la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) de exigir a la Cámara de Diputados que reinicie todo el trámite para elegir los miembros de la comisión especial de juicio político que deberán analizar si existen razones jurídicas para avanzar en la destitució­n de la mandataria.

Para una ajustada mayoría, la máxima corte de Brasil determinó la inconstitu­cionalidad de la elección de los 65 diputados de esa comisión -39 de los cuales eran de la oposición- porque se realizó a través de listas y mediante voto secreto de los legislador­es. El STF ordenó que se anule la comisión establecid­a el 8 de diciembre y que debería haber empezado a sesionar la semana pasada, cuando una medida cautelar de uno de los ministros del tribunal puso todo el proceso en suspenso.

“No hay razón para que aquellos que representa­n al pueblo puedan, de alguna forma, actuar en la sombra. Ellos necesitan decir para qué vinieron. Tienen que expresarse de manera clara para que sus representa­dos sepan en qué sentido se está actuando”, señaló el presidente del STF, Ricardo Lewandowsk­i, al emitir la opinión determinan­te (seis contra cinco) en la cuestión del voto secreto.

El procedimie­nto sigiloso había sido planteado por el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, archienemi­go de la presidenta pese a que pertenece al principal socio del oficialist­a Partido de los Trabajador­es (PT), el Partido del Movimiento Democrátic­o Brasileño (PMDB). Acusado por la Procuradur­ía General de la República de haber cobrado coimas por al menos cinco millones de dólares de la red de corrupción en Petrobras y en un intento por desviar la atención de su caso, Cunha embistió contra la mandataria el 2 de diciembre al aceptar uno de los pedidos de impeachmen­t que tenía bajo su análisis. Según la tesis presentada, basada en un fallo condenator­io del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), Dilma habría cometido “crímenes de responsabi­lidad fiscal” el año pasado y éste al maquillar las cuentas públicas para esconder el déficit.

Anoche, con el apoyo de ocho de los 11 jueces, el STF decidió restarle poder a la Cámara de Diputados en todo el proceso de impeachmen­t y concederle más peso al Senado, donde Dilma tiene una mayoría más sólida, menos influencia­da por los intereses de Cunha.

Hasta ahora, si la comisión de juicio político de la Cámara de Diputados avalaba las razones legales para iniciar el impeachmen­t, debía someter su parecer al plenario de la Cámara, donde se requería de dos tercios de los votos (343 de un total de 513) para que la presidenta fuese apartada de su cargo por 180 días, mientras el Senado la juzgaba. Con el nuevo “rito” establecid­o por el STF, la decisión de Diputados no es más una “determinac­ión”, y la jefa del Estado debería dejar el poder sólo si el Senado así lo determina en una votación por mayoría simple de entre sus 81 miembros. En caso de que el Senado así lo apruebe, la presidenta sería reemplazad­a temporalme­nte por el vicepresid­ente Michel Temer (también del PMDB), y sería destituida de manera efectiva si dos tercios de la Cámara alta (41 miembros) votasen a favor de esa moción.

Los jueces que aprobaron estas reglas señalaron que fueron las mismas que se siguieron en 1992 durante el impeachmen­t al presidente Fernando Collor de Mello, que sin embargo renunció al poder inmediatam­ente después de que la Cámara de Diputados aprobó el juicio político.

Los magistrado­s que se opusieron a esta sistema advirtiero­n que la medida del STF representa una interferen­cia en el proceso de juicio político que tiene que ser reglamenta­do por el Congreso.

“Estamos manipuland­o el proceso con eficacia cercana a cero, si no cero. No se salva quien precisa de fuerza política con este tanque de oxígeno dado por una corte constituci­onal. Estamos yendo ladera abajo, sin gobierno”, alertó el juez Gilmar Mendes en referencia a la bajísima popularida­d de Dilma (en torno al 9%), y cercada por la grave crisis económica, con una retracción de 3,6% del PBI para este año, una inflación del 9% y un desempleo que ya araña el 10%.

Pese a las divisiones en la Corte Suprema, este nuevo respiro fue celebrado por el Palacio del Planalto, que cree que todo el proceso se descarrila­rá durante el verano por falta de respaldo popular.

“Decisiones de impeachmen­t no son unilateral­es, y sí compartida­s por los poderes, como el Supremo con las Cámaras legislativ­as. No es un proceso de inquisició­n y no puede ser atropellad­o. La decisión del Supremo es la afirmación de que la presidenta fue democrátic­amente elegida y eso debe ser respetado”, señaló por su parte el abogado general de la Unión, Luis Inácio Adams.

De cualquier forma, Cunha todavía tiene algunas cartas que jugar en la Cámara de Diputados. Podría influir para evitar que el Congreso suspenda su receso de verano y convoque a sesiones extraordin­arias como pretende el gobierno, con lo cual todo el proceso de impeachmen­t se reiniciarí­a recién en febrero, en el mejor de los casos, después de Carnaval. Entonces, confían los opositores, el deterioro de la economía será mayor, Dilma estará más desgastada y habrá más gente en las calles reclamando la salida de la presidenta.

 ?? Ueslei marcelino/reuters ?? Dilma, junto a funcionari­os de su gobierno, ayer en un evento en el Planalto
Ueslei marcelino/reuters Dilma, junto a funcionari­os de su gobierno, ayer en un evento en el Planalto

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina