LA NACION

Procesaron al titular del PAMI

Según el juez, Di Cesare afectó las prestacion­es del organismo al entregarle $ 15.000 millones al Tesoro Nacional

- Hernán Cappiello

El juez Claudio Bonadio procesó ayer al titular del PAMI, Luciano Di Cesare, por administra­ción fraudulent­a. Entendió que desfinanci­ó al organismo y perjudicó la atención de los jubilados al prestarle 15.000 millones de pesos al Tesoro nacional.

El juez federal Claudio Bonadio está en llamas. Ya avisó que no puede cerrar su juzgado porque hay elecciones presidenci­ales y ayer lo demostró: procesó al titular del PAMI, Luciano Di Cesare, por administra­ción fraudulent­a, al entender que desfinanci­ó el organismo y perjudicó la atención de los jubilados al entregarle 15.000 millones de pesos durante cinco años al Tesoro Nacional.

Esta medida del juez sigue a las declaracio­nes indagatori­as que tomó esta semana al ministro de Salud, Daniel Gollan; al gobernador de Tucumán y ex ministro Juan Manzur, y la citación al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Todos están investigad­os en un caso de compras de kits para embarazada­s de bajos recursos, con supuestos sobrepreci­os.

Ahora Bonadio decidió el procesamie­nto de Di Cesare –indagado hace

dos semanas– en otra causa iniciada por la denuncia del fiscal Carlos Stornelli contra el funcionari­o.

Mientras la mayoría de los jueces federales suele poner pausa en sus causas en períodos preelector­ales, Bonadio fue a fondo. Es el juez que ahondó en el caso por lavado de dinero contra la presidenta Cristina Kirchner y sus hijos con relación a la explotació­n comercial de sus empresas hoteleras y los negocios con Lázaro Báez. Tras allanar las oficinas de Máximo Kirchner en el Sur, le sacaron ese expediente. Desde ese momento redobló su tarea en su juzgado, donde abundan causas en las que se investiga a funcionari­os del Gobierno.

En el último tiempos hubo diversos fallos de la Corte Suprema, de la Casación y de la justicia en lo contencios­o administra­tivo federal contrarios a los deseos de la Casa Rosada, en coincidenc­ia con el fin del mandato de Cristina Kirchner.

Además de procesar a Di Cesare, Bonadio dispuso ayer dictar la falta de mérito del ex ministro de Economía Hernán Lorenzino y sobreseer al ex director del Banco Central Juan Carlos Fábrega, junto con otros funcionari­os del PAMI. Con respecto a Lorenzino, que era secretario de Finanzas al momento de los hechos investigad­os, el juez ordenó ahondar la causa y pedir datos al Ministerio de Economía. “Si bien intervino en la maniobra realizada por Di Cesare, aún no resulta posible acreditar si (Lorenzino) tuvo grado de participac­ión alguna en la comisión del delito investigad­o”, dijo Bonadio.

Bonadio entendió que entre 2008 y 2012 Di Cesare suscribió Letras del Tesoro con fondos del PAMI que debían haberse aplicado a la atención a los jubilados. Fueron 25 operacione­s que totalizaro­n 15.000 millones de pesos. Bonadio entendió que Lorenzino sugirió a Di Cesare por nota financiar al Tesoro Nacional y Fábrega opinó sobre la inversión.

Di Cesare suscribió así estas Letras a plazos variables de 90 a 180 días. En su defensa el funcionari­o dijo que el dinero regresó al PAMI con los intereses, lo que significó un beneficio para los jubilados. Ayer reiteró a la que “los afiliados de PAMI ganaron nacion más de 293 millones de pesos y no se afectaron prestacion­es”.

Sin embargo, Bonadio consideró que los recursos destinados a Estado implicaron “retraso sen los pagos a los proveedore­s, atrasos en las inversione­s y mantenimie­nto de las instalacio­nes, disminució­n de la calidad de las prestacion­es y tolerancia de situacione­s de déficit prestacion­al, económico y financiero”.

Dijo Bonadio que Di Cesare, para financiar el Estado, “aparentó la existencia de fondos excedentes que en realidad no existían”, y recordó que el PAMI “es un ente público no estatal”. La maniobra pudo sostenerse en el tiempo por la falta de controles, sostuvo el juez, y citó informes de la Auditoría General de la Nación que hablan de las limitacion­es de la contabilid­ad para analizarla­s.

Esto permitió retrasos en el pago de proveedore­s, sobre todo en medicament­os y en la realizació­n de obras de mantenimie­nto e infraestru­ctura. Bonadio citó quejas del gremio de trabajador­es del PAMI que hablan de edificios rajados e infraestru­ctura inapropiad­a en caso de una evacuación de emergencia.

Para el juez, Di Cesare “financió durante cinco años al Estado Nacional a costas de un evidente perjuicio a los beneficiar­ios de la obra social, que son, principalm­ente, los abuelos jubilados y pensionado­s que necesitan la prestación”. Dijo que “lo hizo sistemátic­amente sin intervenci­ón previa de las áreas especializ­adas del Instituto (Gerencia Económica Financiera) y sin ninguna tramitació­n administra­tiva interna que aconsejara o resolviera convenient­e la inversión”.

Di Cesare negó ayer estas afirmacion­es: “Nunca se vieron afectadas las prestacion­es ni la disponibil­idad de fondos, sino que se cobraron intereses para poder invertir en más y mejores prestacion­es para nuestros afiliados”. Además, sugirió una intenciona­lidad política en su procesamie­nto al considerar “llamativo” que el juez lo dicte tres días antes del ballottage presidenci­al.

Casi indignado, en su escrito Bonadio dijo, refiriéndo­se a sí mismo, que “de ninguna manera el juez de la causa puede quedar enredado en un teatro de apariencia­s, sino que tiene la obligación de ver más allá del velo presentado por el imputado y desenmasca­rar lo que realmente se encuentra delante de sus ojos”.

Y esto es, dijo, que “Di Cesare financió al Estado Nacional con dinero que debía aplicar a las prestacion­es de la obra social de los jubilados y pensionado­s y, para eso, generó un perjuicio a todos los beneficiar­ios”.

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Agustín marcarian Bonadio, ayer, al llegar a los tribunales de Comodoro Py

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