Los indicios que implican al vicepresidente en la causa
Se habría reunido dos veces con los dueños de Ciccone cuando era ministro de Economía
Los lazos que vinculan a Amado Boudou con José María Núñez Carmona y Alejandro Paul Vandenbroele y distintas acciones incompatibles con su función, cuando era ministro de Economía, fueron determinantes para que el juez federal Ariel Lijo dispusiera anoche el procesamiento del vicepresidente.
Amigos desde la adolescencia y socios comerciales, Boudou y Núñez Carmona habrían adquirido, según la resolución del juez, la empresa Ciccone Calcográfica, que se encontraba a punto de quebrar. Dos veces se habrían reunido con los dueños de Ciccone –Nicolás Ciccone y su yerno, Guillermo Reinwick– para negociar la cesión de la empresa. La primera, el 29 de julio de 2010 en Telefé, y luego, el 1° de septiembre de ese año en el bar I Fresh Market, de Puerto Madero. Además, Lijo tendría probado que Núñez Carmona y Vandenbroele se habrían reunido en otras tres oportunidades, en el restaurante Bice y en el Hotel Hilton.
El propósito de esas reuniones era avanzar en la adquisición de la mayoría accionaria de Ciccone, a cambio del levantamiento de la quiebra, la aprobación de un plan de pagos para saldar la deuda fiscal ante la AFIP y la inyección de recursos para recuperar su productividad.
La operación fue realizada a través de la empresa The Old Fund. Constituida en 2009 y con una sola empleada, la firma era presidida por Vandenbroele, un monotributista que, según pruebas aportadas en el expediente, vivió en un departamento propiedad de Puerto Madero, de Boudou. Laura Muñoz, ex esposa de Vandenbroele, denunció negocios irregulares de su marido con Boudou y Núñez Carmona.
The Old Fund había participado en la reestructuración de la deuda pública de la provincia de Formosa, por lo que cobró $ 7,6 millones, co- mo surge de la constancia de su primera factura. Y en octubre de 2010 depositó $ 1.986.753 para levantar la quiebra de Ciccone ante la AFIP.
El propio Boudou, en una comunicación al organismo impositivo dictaminó que correspondía otorgarle a la empresa un plan de pagos para saldar sus deudas fiscales, lo que generó un cortocircuito con el jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray.
En ese tiempo, Boudou frustró una licitación de la Casa de Moneda, que le hubiera permitido al organismo autoabastecerse en la producción de billetes. Su ex presidente Ariel Rebello responsabilizó al vicepresidente por frustrar esa licitación.
“Lo único que hice fue ayudar a mi suegro y tratar de que un funcionario público lo atienda”, se defendió Reinwick al explicar las reuniones con Boudou y Núñez Carmona, en su declaración indagatoria del 12 de junio ante el juez Lijo. Aportó detalles sobre esas reuniones, incluso una cena en el Palacio Duhau, en octubre o noviembre de 2011, junto a Boudou y Núñez Carmona. El vicepresidente desconoció durante dos años esa reunión y finalmente admitió que existió “un encuentro casual”, en una entrevista con TN.
El proceso que implica al vicepresidente entra ahora en una fase decisiva, dos años después de que el vicepresidente lograra que se apartara de la investigación al juez Daniel Rafecas y al fiscal Carlos Rívolo. Incluso, logró el relevo del procurador general, Esteban Righi, a quien acusó de maniobras incompatibles con su función.