Una etapa en la que se pone a prueba al inversor
De variables. desde los datos de balances a la campaña presidencial de ee.uu., varios temas provocan expectativas
Comienza un nuevo test para los mercados financieros. Luego de la primera semana del mes con un balance netamente positivo –Europa subió hasta 3%, Wall Street en promedio 1%, e incluso el Merval que ganó casi 1.5%–, vendrán ruedas en donde se pondrá a prueba a los inversores.
Nueva temporada de balances, reuniones clave en Europa y hasta varios informes relevantes para la economía global formarán parte de un combo al que se deberá estar atento; un combo que ayudará a definir la tendencia de corto plazo de los principales índices.
Incluso se debe sumar como relevante hasta la campaña política de Estados Unidos, que se calienta día a día. Cuando pasen las elecciones quedará al descubierto otro tema que será clave para los últimos meses del año: el “fiscal cliff” o, en español, el denominado ”abismo fiscal”. ¿Por qué? Porque podríamos decir que hoy en las valuaciones está considerada –o bien podría decirse “preciada”– la mejor situación que se pueda proyectar. Por ende, cualquier complicación –o, en su defecto, demora en su solución– afectará sin dudas los precios.
Y a este marco no estará exento el mercado local; para la semana que comienza, y desde lo estrictamente local –al menos dentro de lo agendado– no se espera mucho nuevo. Sólo podríamos destacar la asamblea anual del FMI que toma, esta vez, mayor relevan- cia después de la advertencia del organismo sobre posibles sanciones. Incluso, por esos días, se espera se publique un nuevo dato de inflación desde el Indec; el que se descuenta volverá a estar por debajo de lo estimado por las consultoras.
Así, la atención de los inversores –salvo imprevistos– en las próximas ruedas pasará más por lo externo que por lo propio. Aunque claramente ciertas debilidades locales reconocidas, que mantienen alta la incertidumbre en el mercado, seguirán presionando por momentos la selectividad y la volatilidad.
Ahora bien, volviendo a Estado Unidos y más allá de la agenda macro –que, por ejemplo, contempla el Beige Book– uno de los principales drivers por destacar es el comienzo de la llegada de los resultados corporativos. Son los del tercer trimestre del año, que ayudarán a convalidar o no las valuaciones actuales.
Las expectativas, es importante saber, son bastante conservadoras (se proyecta una caída en la tasa de crecimiento de las ganancias para las empresas del S&P500 del 1,7% interanual) lo que podría ser una buena noticia, ya que implica que cierta “decepción” podría ya estar metida en los precios y ayudar a sumar sorpresas positivas que impulsen nuevas subas.ß