Rosendo Fraga
El totalitarismo en América Latina.
Mientras se discute si el populismo retorna o no a América Latina, la cuestión es que se va consolidando un grupo de regímenes totalitarios. El populismo es una cultura política que puede darse en diversas ideologías, incluso contradictorias. En América Latina, por lo general se asimila a la izquierda, en Europa a la derecha. Pero el primer líder populista latino-americano, tras el reestablecimiento de la democracia a comienzos de los años ochenta, fue Fujimori en Perú, cuya ideología era de derecha no de izquierda. Después Chávez en Venezuela, inicio un proceso de giro hacia el populismo que tuvo un contenido ideológico hacia la izquierda. Hubo populismos autoritarios como el mencionado, otros social-demócratas, como el de Lula en Brasil. El autoritarismo populista como el de Chávez en Venezuela, toleraba la existencia de la oposición, no la ahogaba. Llegó a aceptar la derrota en un referéndum. Mientras algunos de los populismo latino-americanos, como el de Correa en Ecuador, ha girado hacia el centro, como ha sucedido con su sucesor Lenin Moreno, quien lo ha procesado, pidiendo su captura y extradición a Bélgica donde se encuentra. Cuba no es un modelo populista, sino totalitario, en el que la democracia funciona con partido único. Se trataba de un caso aislado, pero hay dos países con regimenes populistas, que avanzan hacia el totalitarismo: Venezuela y Nicaragua.
Pese al anacronismo de su sistema político y económico, Cuba se consolida y lleva adelante una reforma constitucional que no altera las bases del sistema totalitario. Tras renovar en los primeros meses del año la asamblea con el sistema de partido único, que ha regido durante casi seis décadas y elegir al nuevo Presidente (Díaz Canel) con el mismo sistema, el régimen castrista emprende una reforma, que tiene como eje central la reforma de la Constitución. Se pone un límite de diez años para el período del Presidente. Los hermanos Castro no tenían plazo que los limitara. Se plantea un reconocimiento limitado del derecho de propiedad y se sustituye el término comunismo por socialismo. Hay un proyecto también de reconocer el casamiento igualitario, algo que hubiera sido impensable en época de Fidel.
Pero más allá de ciertas señales de reforma, no se altera el régimen político totalitario. No se reconoce a la oposición ni la existencia de otros partidos. Cabe recordar además que Raúl Castro sigue siendo el Jefe de las Fuerzas Armadas y el Presidente del Partido Comunista Cubano. Sobre los 32 ministros del gabinete, el nuevo Presidente ha cambiado sólo 9, incluido el encargado de la reforma económica. Pero en lo político, no cambió los de Interior, Defensa y Relaciones Exteriores. El gobierno de Díaz Canel en los pocos meses que lleva, ha apoyado enfáticamente la represión de Ortega en Nicaragua y la de Maduro en Venezuela.
En Venezuela, Maduro concretó el transito del modelo de populismo autoritario de Chávez, al totalitario, con la elección de la asamblea consti-
Nicaragua ha tomado el mismo camino que Venezuela, donde la fuerza y la represión son la principal herramienta para implementar el tránsito del populismo al totalitarismo.
tuyente. Hasta ese momento, era un régimen autoritario que coexistía con una asamblea donde la oposición había logrado la mayoría. El Presidente hizo elegir una constituyente, en la cual con un criterio corporativo el Chavismo eligió representantes sin voto directo, sino designados por el partido oficialista. Obtenido a través de este mecanismo la mayoría, la asamblea quedó subordinada a la constituyente que se declaró soberana. Anulado el único de los tres poderes que no controlaba, Maduro estableció un régimen totalitario, que se consolidó en la elección presidencial realizada este año, en la cual la mayoría de los partidos opositores no pudieron presentarse y sólo lo hicieron aquellos que estaban bajo el control del oficialismo, siendo reelecto Maduro, aunque su aprobación es muy baja en la opinión pública. Es en este marco que el régimen venezolano ha ofrecido ayuda a Ortega para enfrentar la insurrección opositora; pero las protestas continúan -una ong contabiliza 4.300 en el primer semestre- y un adolescente fue muerto de un tiro en una de ellas. Un estudio realizado a nivel regional muestra que Venezuela es el país con mayor porcentaje de la población bajo situación de esclavitud, después de Haití, y una inflación proyectada para este año de 1.000.000%.
En Nicaragua, Ortega está imponiendo un régimen totalitario y su modelo inmediato es Venezuela, siendo la represión la herramienta más importante.
Políticamente tuvo un período presidencial tras la caída del régimen de Somoza. Reelecto tras dos períodos, una vez que se hizo del poder, tomo el control de la Suprema Corte. Como la Constitución no permitía un tercero, lo obtuvo mediante interpretación judicial. Las elecciones se realizaron en condiciones donde la oposición no tuvo una real opción de competir. Durante el tercer mandato, se ha iniciado en abril una insurrección popular, en cuya represión, las fuerzas de Ortega -regulares y para-policiales- han dado muerte a más de 300 opositores -más de las víctimas fatales de la represión en Venezuela en un año- que algunas ONG hacen llegar a 370 en su computo. Ciudades opositoras como Masaya, han sido bombardeados con lanza cohetes rusos, que son de dotación de las Fuerzas Armadas. Ortega ha tomado el modelo de Maduro, de resistir mediante la fuerza e ir imponiendo el régimen totalitario, en el cual la oposición no tiene margen de existencia. La comunidad internacional logra acciones eficaces para contener a Ortega- EE.UU. ha sancionado a algunos funcionarios, pero sin efecto sobre el régimen.
En conclusión: mientras se discute en América Latina si vuelve o no el populismo, se va consolidando un modelo totalitario en un país del Caribe, otro de América Central y un tercero en América del Sur; Cuba lleva 59 años de régimen totalitario de partido único, que no se ha alterado en la elección presidencial de este año y que se mantendrán más allá de algunas reformas que tendrá la Constitución; con la elección de la Constituyente, Maduro dio el paso para pasar de un régimen populista autoritario como era el de Chávez, a uno totalitario, que se consolidó con la reciente reelección del Presidente y Nicaragua ha tomado el mismo camino, haciendo de la fuerza y la represión la principal herramienta para implementar el tránsito del populismo al totalitarismo.
Más allá de ciertas señales de reforma, en Cuba no se altera el régimen político totalitario. No se reconoce a la oposición ni la existencia de otros partidos políticos.