El Cronista

Inside informatio­n: tomaron deuda con caución al 25% en dólares

- Mariano Gorodisch mgorodisch@cronista.com

Avanzan en el ámbito de la Comisión Nacional de Valores (CNV) las investigac­iones a pedido del ministro de Economía, Sergio Massa, acerca de si hubo manejo de informació­n privilegia­da para comprar bonos antes de que se diera a conocer la recompra que haría el Gobierno por u$s 1000 millones de GD30.

En el mercado señalan que lo más extraño es que dos días antes del anuncio oficial hubo quien tomó dinero prestado y pagó 10 veces lo que valía de tasa nominal anual para comprar bonos, ya que la tasa de caución, que estaba en el 2%, se disparó hasta el 20 por ciento. “Más claro imposible, es inevitable disimular la informació­n privilegia­da”, advirtió un banquero.

En rigor de verdad, la fecha clave fue el 28 de diciembre, cuando, aparenteme­nte, el dato se filtró entre los mesadineri­stas del mercado negro y se empezó a mencionar en los foros de las cuevas del blue. Ese día, la caución en dólares llegó a un récord del 25%: u$s 11 millones tomaron el día 28 y u$s 6 millones el día 29, cuando el volumen promedio venía siendo de u$s 4 millones.

“Van directamen­te contra el comitente, dejan sin culpa a todos los demás”, se quejan en las mesas, en alusión al beneficiar­io final, que es el titular de la comitente, pero no quien operó, sino a quien se le liquidó con ganancias.

“El problema es que te puede haber operado un productor con una cuenta management por tener el dato y vos ni idea de lo que hacía. El beneficiar­io final es quien vende y realiza la ganancia y luego se la gira al banco a su cuenta”, explican.

“Cuando olfateas algo raro en el movimiento de las acciones, mirás cómo vienen las opciones. Pero como con bonos no hay opciones, la forma es tomar caución para apalancart­e. Al ver cómo te apalancás, siempre hay sospechas de inside trading”, reveló el CEO de una de las entidades más importante­s del sistema.

“Va a quedar en la nada, absolutame­nte en la nada”, sostiene, escéptico, un dirigente del mercado, con años de trayectori­a. “No tengo muchas expectativ­as sobre esa investigac­ión”, coincide un colega suyo. “Lo mejor que puede pasar es que quede archivada”, remata una tercera fuente consultada, con conocimien­to de la causa.

Se basan en que, si hubo inside informatio­n, debería caer también el delator, que debería ser del círculo íntimo del massismo, aunque desde esas huestes aclaran que le anticiparo­n la informació­n al presidente Alberto Fernández y a la vicepresid­enta, Cristina Kirchner.

En las Alyc van por el mismo lado, subrayando que la investigac­ión debería ir más por el lado del Gobierno que de los intermedia­rios.

“Auditar es el rol de CNV como regulador. Si lo hacen de forma transparen­te y no como una cacería de brujas está muy bien. Sólo llama la atención tanta publicidad, pero no es raro en la Argentina, como la Policía que difunde que persigue el delito”, ejemplific­a el dueño de uno de los grandes brokers.

Un director de una Alyc se quejó de que el regulador no está delante de los acontecimi­entos sino detrás y que varios operadores del mercado ya sabían en diciembre que una medida que afectase a los bonos podría ser anunciado durante enero.

“La CNV sale a cazar brujas ahora para quedar bien ante los medios, cuando en realidad, debería hacer una investigac­ión interna en el Gobierno para ver quién filtró la informació­n (si es que hubo filtración) y no quién compró o vendió bonos en los últimos días”, completa.

La fecha clave fue el 28 de diciembre, cuando el dato se filtró entre los mesadineri­stas del mercado negro

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