Para el campo, las medidas son un “duro golpe” a la producción
50,24 pesos por dólar reciben los productores de soja al descontar derechos de exportación
El sector de la producción agropecuaria quedó en alerta ante las nuevas restricciones cambiarias, en momentos en que se definen su apuesta la próxima campaña gruesa, con la sequia que golpea la iniciada siembra del maíz y con la de soja a escasas semanas de comenzar.
Como sucede con cada medida restrictiva, el primer impacto fue una paralización en la comercialización de los granos y oleaginosas ante un amplificador de la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, coinciden productores, operadores y exportadores.
El presidente de Confederaciones Rurales (CRA), Jorge Chemes, enfatizó que el súper cepo al dólar “es más de lo negativo que estaba produciendo” el Gobierno y que su efecto en el sector será “una ampliación de la brecha entre el dólar al que se vende la producción y el dólar al que se compran los insumos” necesarios para la actividad.
“Esto profundiza más la brecha y la problemática para producir. Agrega un marco de mucha mayor incertidumbre e incrementa la falta de confianza, cuando en momentos como éstos la confianza es un factor fundamental para solucionar esta crisis”, planteó el dirigente en diálogo con El Cronista.
En tanto, el titular de Sociedad Rural (SRA), Daniel Pelegrina, consideró que las nuevas medidas del BCRA “suman nuevos obstáculos para el acceso a las divisas necesarias para poder exportar, apoyándose en las prefinanciaciones”
“Seguramente también traerán problemas con los insumos debido a la obligación de cancelar deudas y varios efectos colaterales que incidirán negativamente en las empresas agroindustriales y que terminaran trasladando a los productores”, consideró Pelegrina, quien resaltó que “Argentina necesita inversión interna y externa para crear empleo y desarrollo, y todas estas medidas y señales van en sentido contrario”.
Por su parte, el titular de FAA, Carlos Achetoni, remarcó que se trata de medidas “pensando en el cortísimo plazo, que no solucionan problemas de fondo, como la inflación y la falta de competitividad” y coincidió con sus colegas de la mesa de enlace en que conllevará más incertidumbre, desconfianza y menos inversiones.
Desde Coninagro, su titular Carlos Iannozzotto planteó la preocupación de la entidad ante medidas que “hasta pueden ser peligrosas porque contribuyen a la gran crisis de confianza que existe” y pidió “reglas claras a favor de la producción y de la exportación”.