El fantasma de un boicot ucraniano que conmueve al mundo del olimpismo
Ucrania podría definir hoy no participar de París 2024 por el apoyo “contemporizador” a los rusos y bielorrusos.
El mundo entero aguarda (o sueña) que se termine la agresión rusa sobre Ucrania, se evite la extensión de la guerra y se recupere la paz. Pero, mientras subsistan los delirios de Putin y sus acólitos, sobre el movimiento olímpico asoma otro fantasma: la posibilidad de un boicot a los Juegos de París 2024.
Para hoy el Comité Olímpico de Ucrania está convocado a su Asamblea General que discutiría un boicot en caso de que el Comité Olímpico Internacional (COI)- como insinuó hace pocos días- les abra las puertas a los rusos y bielorrusos en los Juegos.
“Vamos a consultar con las federaciones nacionales y con todos los interesados sobre la posibilidad de un boicot”, anticipó Zhan Beleniuk, diputado ucraniano que fue campeón olímpico de lucha libre en Tokio 2020 en la categoría 87 kilos. Y el ministro de Deportes, Vady Guttsait, se pronunció en el mismo sentido a través de sus redes sociales. Guttsait se comunicó telefónicamente con Thomas Bach, presidente del COI, y le expresó que “atletas de Rusia sirven en sus fuerzas armadas y están matando a nuestra gente”.
“Si no somos escuchados no descarto la posibilidad de que boicoteemos y rechacemos la participación en los Juegos Olímpicos”, insistió Beleniuk.
Volodymyr Zelensky, el líder ucraniano, acaba de enviarle una invitación a Bach para visitar Bakhmut, una ciudad devastada por la guerra “y para que vea con sus propios ojos que la neutralidad no existe”, según expresó. Horas antes Zelensky se había comunicado con el presidente francés Emmanuel Macron para gestionar su apoyo y le garantizara que no permitirá la presencia de los rusos y bielorrusos en París 2024.
Fueron las primeras reacciones desde Ucrania luego de que el COI señalara que “explora un camino” para permitir la participación de los deportistas rusos y bielorrusos bajo una bandera neutral. “Tenemos una misión unificadora como movimiento olímpico en estos tiempos de división, confrontación y guerra”, señaló el COI. Y aclaró que “los atletas participarían como ‘neutrales’ y de ninguna manera representando a su estado u otra organización de su país”.
Pero Bach había visitado Kiev en julio y prometió que “Ucrania no estará sola con sus problemas. Estamos a su lado, junto a ellos. Los apoyamos con nuestro corazón, alma, pensamiento y obras”.
El COI, en su nueva etapa “contemporizadora”, sostuvo que “no se debe impedir que un atleta compita sólo por su pasaporte”. Sin embargo olvidó precedentes de más de un siglo. Por ejemplo, países como Alemania, Hungría, Austria y Bulgaria fueron prohibidos para los Juegos Olímpicos de Amberes 1920 por su papel en la primera Guerra Mundial. Lo mismo sucedió con Alemania y Japón en Londres 1948 tras la segunda Guerra Mundial. Y Sudáfrica estuvo prohibida por el COI entre 1964 y 1992 por la política de segregación racial.
El nuevo gesto de Bach de distensión con Rusia hizo recordar que en la década pasada, cuando ese país fue sancionado al descubrirse múltiples casos de doping, el COI permitió que muchos de sus deportistas siguieran participando en las citas olímpicas bajo los lemas “Atletas Olímpicos de Rusia” o “Comité Olímpico de Rusia”.
Duncan Mackay, el editor del sitio insidethegames.biz -el más influyente en el olimpismo- afirmó al leer el comunicado del COI que “es increíblemente ingenuo o deliberadamente deshonesto. Está claro que para mí el COI puede tener a Ucrania compitiendo en los Juegos Olímpicos de París 2024 o pueden tener atletas de Rusia. Pero no pueden tener a ambos. Cuál decidirá tener determinará el futuro del movimiento olímpico”.
La organización internacional Atletas por Ucrania y la asociación Global Athlete difundieron un reclamo conjunto frente al COI al señalar que “respalda la guerra brutal de Rusia y la invasión de Ucrania. El regreso de los atletas rusos y bielorrusos a la competencia internacional, especialmente a los Juegos Olímpicos de París de 2024, hará que el estado ruso use atletas una vez más para reforzar la guerra y distraer la atención de las atrocidades en Ucrania en uno de los escenarios multideportivos más grandes del mundo”.