La Cámpora tiene en la mira los planes sociales: quieren eliminarlos de a poco
Afirman que deben ser cambiados por programa concretos de trabajo. También pesa su pelea con el Evita.
Wado de Pedro recibió a Gerardo Martínez, previo al acto donde la UOCRA intentó dar apoyo político al Presidente de la Nación, en momentos de profunda tensión interna oficialista. El ministro del Interior habló un largo rato con el inoxidable gremialista de la construcción y en un momento, Martínez le contó que había lanzado un plan de inserción laboral de beneficiarios de planes sociales.
La iniciativa había surgido desde los ministerios de Trabajo y Desarrollo nacionales, ejecutado en forma conjunta entre la Cámara de la Construcción y la UOCRA, con cursos en diferentes oficios para los inscriptos quienes, mientras hacían el curso, iban a cobrar una suma de incentivo además del plan. Y una vez finalizado el mismo, a través de la Cámara, se los iba a ubicar en distintas empresas que estaban con obras en ejecución, pudiendo cobrar el plan, además del salario registrado por un tiempo más.
La sorpresa del sindicalista fue absoluta cuando se dio cuenta que más de la mitad no completó los cursos; y que, de los que terminaron los cursos, poquísimos se incorporaron a trabajar y, a las pocas semanas fueron abandonando los trabajos. Lo mismo sucedió en otros gremios, como el gastronómico, donde los jefes gremiales observaron falta de cultura del trabajo, de disciplina laboral, carencia de costumbre a cumplir un horario laboral y de aceptar las normas y reglas del trabajo.
El tema de generar convenios entre beneficiarios del Plan Potenciar Trabajo (el más nutrido de todos los programas nacionales) es fomentado por el ministro Juan Zabaleta, desde el Ministerio de Desarrollo Social nacional. Además, en esa cartera fomentan actualmente la discusión sobre cómo modificar ese régimen en una salida laboral, que permita además achicar el número de 1.270.000 de planes que actualmente otorga la administración nacional y generar trabajo genuino.
Y ahora, La Cámpora, la agrupación creada por Máximo Carlos Kirchner, se ha sumado al reclamo de transformar el plan social en trabajo, algo impensado tiempo atrás en la organización kirchnerista, más propensa a los discursos que reivindiquen la ayuda estatal a los que menos tienen. Un alto dirigente camporista sostiene que "el combo de crecimiento de la economía con salarios a la baja y la actual masa de planes sociales es inconducente, no sirve de nada crecer así". Y remata: "Eso no es peronismo". Por eso, ahora postulan transformar de a poco los planes en programas concretos de trabajo.
La Cámpora tiene una importante presencia en Desarrollo Social de Nación donde Laura Alonso es la secretaria de Inclusión Social y tiene una influencia clara en esa dependencia. Y también a Andrés "Cuervo" Larroque, secretario general de la agrupación K, quien es el ministro de Desarrollo de la Comunidad, la cartera social bonaerense. Desde allí, podrían instrumentar políticas en ese sentido. Pero la discusión sobre cómo modificar esa masa de planes está en pleno desarrollo en el camporismo. Desde allí, acusan al macrismo de tercerizar la política social, al arreglar esa política con las organizaciones sociales. Larroque, por ejemplo, planteó en 2020 sacar los planes sociales y univerzalizar el IFE y fortalecer el seguro de desempleo; esto sería más inversión social pero eliminando el actual sistema de planes, de los que usufructan la izquierda y el Movimiento Evita, rival interno de La Cámpora.
Ante su agrupación, Larroque planteó que "se lo planteé veinte veces a Alberto, de todas las maneras y no lo entiende". Y critica que Emilio Pérsico -funcionario nacional y jefe del Movimiento Evita- decide, hoy por hoy, a quién se le da un plan social y a quién no.
La discusión sobre el tema también contiene un elemento político a destacar: la pelea profunda de La Cámpora con el Movimiento Evita, la agrupación liderada por Emilio Pérsico y Fernando "Chino" Navarro que tiene una fuerte ascendencia en el tema. ■