La noche en que, furioso, le pegó una piña a Mick
Sucedió en 1984, durante una gira europea. Jagger y Richards volvían de una juerga.
Charlie Watts tenía una relación de amor-odio con las giras. Las disfrutaba un tiempo, pero luego se ponía de muy mal humor. Y fue justamente durante una gira de los Stones, que había llevado a los músicos a Amsterdam, donde se vio a un Watts distinto a ese caballero que siempre fue.
“Reservado, digno y elegante, Watts nunca fue tan extravagante, ni en el escenario ni fuera de él, como la mayoría de sus compañeros estrellas de rock, y mucho menos que el cantante de los Stones, Mick Jagger”, describió The New York Times. Pero una noche, durante un recorrido europeo que había depositado a la banda en Amsterdam a mediados de 1984, Watts mostró una faceta que sorprendió a todos. Así lo contó Keith Richards en su autobiografía de 2010, Life.
El guitarrista relató: él y Mick habían salido de copas y... también habían consumido algunas otras sustancias. Mientras, Watts, que por entonces rondaba los 40 años, y el resto de la de la banda dormían en sus habitaciones en el hotel. Alrededor de las 5 de la mañana, Mick y Keith, totalmente pasados, vuelven. Mick entra a los gritos y despierta a todo el mundo: “¿Dónde está mi baterista?”, gritaba desaforado el líder de los Stones. El baterista tardaría apenas 20 minutos en aparecer, furioso, pero con clase.
La reacción de Watts fue singular: se levantó de la cama, fue al baño donde se duchó, lavó los dientes y se afeitó. Luego se vistió con un elegante traje y corbata de Savile Row, “El
imperio de la sastrería”. Cuando Watts apareció, impecable, en la habitación donde estaban los beodos Keith y Jagger, agarró a Mick y le espetó: “Nunca me vuelvas a llamar tu baterista”, y le pegó un gancho de derecha en plena cara. Richards contó, además, que por poco salvó a Jagger de caer por una ventana a un canal
de Amsterdam. Y ante la mirada atónita de Richards, Watts cerró: “Tu eres mi maldito cantante”.
“No es algo de lo que esté orgulloso de haber hecho, y si (Jagger) no hubiera bebido nunca lo habría hecho”, sostuvo Watts en una entrevista en 2003; y agregó: “La conclusión es que no me molesten”. ■