Sueño de muchos: trabajar probando videojuegos
Las empresas los contratan para el control de calidad de los juegos. Arrancan ganando entre 30 mil y 50 mil pesos.
Más que un pasatiempo, pasar todo el día viendo videojuegos puede ser un trabajo. Las empresas creadoras de los “jueguitos” necesitan gente que pruebe a fondo sus desarrollos y les paga por jugar. Ser “game tester” en Argentina es un oficio con salida laboral, al que se puede ingresar sin mucho conocimiento previo.
Para empezar no hace falta ser programador ni ingeniero. Para obtener un primer empleo basta con ser un fanático de los jueguitos y completar un curso de pocos meses. “El rol del tester es, quizás, uno de los más cotizados entre los jóvenes”, explicó a Clarín Roy Magariños, productor de videojuegos, cofundador del estudio Digi Learnnials y docente de la escuela de gaming Image Campus.
“Para el que le gusta jugar es la gran aspiración que un día le paguen por eso. Pero no es simplemente jugar. Hay que hacerlo con un método y mucha atención, siguiendo protocolos”, aclaró Magariños.
Los testers cumplen un rol clave en el proceso de producción de un videojuego. Versiones de prueba previas a su lanzamiento se entregan a los jugadores rentados para que detecten y reporten errores de programación. Estos “bugs” pueden ser desde fallas menores -como que, en un programa de fútbol, un jugador salga de la pantalla- hasta problemas graves que provoquen que el juego se “cuelgue” o reinicie.
Los testers dedicados al control de calidad pasan horas utilizando la prueba que reciben e informan sobre los problemas hallados. Luego, los programadores “limpian” el código, crean una nueva versión y los QA testers vuelven a actuar. El ciclo se repite hasta que el software esté en condiciones de salir al mercado.
“Al QA tester le pagan por jugar prestando mucha atención para identificar errores y con una metodología. Luego debe entregar un informe, lo más detallado posible, sobre cuándo y cómo suceden las fallas. Saber programación no es imprescindible para ser tester. Pero es un plus importante porque permite, además de señalar errores, recomendar soluciones, lo más valorado dentro de la industria”. señaló Mauricio Navajas, CEO del estudio 3OGS y secretario de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentina (ADVA).
Navajas también comentó que, si bien lo que más se busca en el país son QA testers, también es posible dedicarse a “Play testing” (“Prueba de juego”), en la que el objetivo del jugador a sueldo no es detectar bugs sino evaluar cómo es la experiencia del usuario y proponer mejoras para que el juego guste más al público.
Las empresas valoran que los testers manejen nociones básicas sobre cómo se hacen los videojuegos y que tengan conocimientos técnicos, ya que todo eso les permite hacer observaciones y reportes más útiles.
Dos programas de formación específicos brindan capacitación en pocos meses. Uno en la Academia Image Campus. “No se exigen requisitos previos. Muchos egresados trabajan en áreas de QA de empresas desarrolladoras ”, dijo Sergio Baretto, de Image Campus. A su vez, el Centro Universitario de las Industrias Culturales Argentinas (CUICA) de la Universidad Nacional de Avellaneda ofrece en forma gratuita una Diplomatura en Testeo de Videojuegos.
¿Cuánto ganan hoy los testers en el país? Depende mucho de su experiencia. Según cuentan en el sector, un pasante o empleado junior puede empezar ganando entre $ 30 mil y $ 50 mil al mes. Según datos de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), hoy los QA testers con conocimiento de programación están ganando unos $ 95.800 en promedio. La mayoría, añadieron, se encuentra en un rango que va de los $ 60 mil a los $ 130 mil, según su nivel de experiencia y especialización. ■