Más tensión en Perú por la indefinición
El gobierno tuvo que desplegar 3.000 policías para evitar enfrentamientos. El clima se agravó con una presentación ante la Corte y cuestionamientos de ex militares.
Castillo reclama que le reconozcan el triunfo en el balotaje y Fujimori insiste ante la Justicia.
A dos semanas del balotaje presidencial y con la definición oficial aún pendiente, crece peligrosamente la división de la sociedad peruana. Los partidarios del izquierdista Pedro Castillo, que según los cómputos ganó con 44.000 votos de diferencia, y los de la derechista Keiko Fujimori se volvieron a movilizar este sábado por las calles de Lima en un clima de tensión y beligerancia que amenaza la estabilidad del país.
La crisis política se agravó aún más con una presentación judicial ante la
Corte Suprema para anular la segunda vuelta presidencial, y con una polémica carta de ex jefes militares que piden desconocer al líder de izquierda y que fue rechazada públicamente por el presidente interino, Francisco Sagasti.
La policía tuvo que desplegar ayer más de 3.000 agentes para controlas las manifestaciones enfrentadas y evitar que los participantes, muchos de ellos enfervorizados, se cruzaran en el centro de la capital peruana.
Fujimori se encargó personalmente de alentar a sus seguidores a participar en la marcha del partido Fuerza
Popular, enarbolando nuevamente el fantasma del supuesto fraude, pese a que todas las misiones de los organismos internacionales que supervisaron la contienda negaron que se hayan registrado irregularidades.
“Unidos lo podemos todo. Respeta Mi Voto. Cuando la mentira nos ataca, cuando la trampa avanza, cuando la injusticia amenaza, ese es el momento de unirnos y resistir”, escribió Keiko en su cuenta de Twitter.
Del otro lado, el partido Perú Libre de Castillo organizó la “Gran Marcha Nacional” para defender la victoria del maestro bajo los lemas “Por la defensa de la democracia y la patria” y “¡No al golpe de estado!”.
Hace dos semanas que ambos bandos vienen realizando movilizaciones masivas, aunque en los últimos días la tensión creció con más fuerza. La escasa diferencia entre los dos candidatos agudizó aún más la polarización.
Las marchas se produjeron en medio de una grave ola de contagios de coronavirus, que viene saturando a los centros sanitarios. Por eso ninguna de las manifestaciones contaba con autorización. “Estamos en estado de emergencia. En realidad no hay garantía para ningún tipo de manifestación ni reunión pública. No debería convocarse a ninguna marcha, estamos en pandemia”, advirtió Violeta Bermúdez, la jefa del Gabinete Ministerial.
La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) determinó que Castillo ganó el balotaje del 6 de junio pasado con el 50.12% de los votos frente al 49.87% de Fujimori. Pero aún no fue formalizado el triunfo por el Tribunal Nacional Electoral debido a los recursos presentados por la candidata de derecha.
En los últimos días la campaña de Keiko Fujimori para desacreditar judicialmente los resultados perdió fuerza. Ayer, los 35 Jurados Electorales Especiales (JEE) de Perú resolvieron negativamente los 943 recursos de nulidad presentados por Fuerza Popular. Fueron declarados improcedentes e infundados.
Sin embargo, Fuerza Popular ya comenzó a apelar ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), quien deberá evaluar y pronunciarse. Según el diario El Comercio, la oficialización de los resultados se haría a fines de este mes o inicios de julio.
En este clima enrarecido, el abogado y exjuez Javier Villa Stein presentó ante la Corte Suprema de Justicia un recurso de amparo de los derechos constitucionales para anular el balotaje. Sostiene que se trató de “un proceso electoral empañado por diversos hechos que cuestionan el respeto a la voluntad del pueblo, erosionan la opinión pública y restan credibilidad a los propios votos”. Por eso, afirma, la Corte Suprema debe declarar “nulas y sin valor las elecciones para que un nuevo proceso electoral se pueda organizar”.
A esto se sumó otro hecho controvertido. Un centenar de oficiales retirados suscribieron una carta que, haciendo eco de las denuncias de “fraude” de Fujimori, piden a los jefes de las Fuerzas Armadas que impidan que el nuevo presidente sea proclamado de “manera ilegal e ilegítima” por el Jurado Nacional de Elecciones. La carta de los oficiales fue entregada el jueves en la sede del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en Lima, lo que elevó la tensión política.
El presidente Sagasti se encargó personalmente de repudiar la actitud de los oficiales. “Es inaceptable que un grupo de personas retiradas de las Fuerzas Armadas pretenda incitar a los altos mandos del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea para que quebranten el Estado de derecho”, afirmó. “Rechazo este tipo de comunicaciones que no solo son contrarios a los valores y a la institucionalidad democrática, sino también son actos reñidos con la Constitución y las leyes”, subrayó.
Los Jurados Electorales Especiales rechazaron los 943 recursos presentados por Keiko.