Se considera “rebelde” por querer mantener su negocio
Qué nos está pasando como sociedad que vemos que nos avasallan libertades y pisotean nuestros derechos. Asistimos impávidos a muertes extrañas, libertades de delincuentes e, incluso, reconocidos sus derechos económicos en desmedro de gente que trabajó toda su vida y hoy ve congelados sus ingresos.
En medio de este panorama hace unos días clausuraron mi negocio. Soy peluquero. Sé que no está permitido, por lo que incurrí en una desobediencia. Pero soy rebelde por atender de a una persona cada dos horas.
Normalmente, durante todo un sábado atiendo a entre 35 y 40 personas. Tengo cuatro empleados en blanco (soy un héroe) y me clausuraron por trabajar solo atendiendo cinco o seis personas por día, con protocolos. Todo el trabajo con la anuencia del cliente que esta cansado/a de tanta cuarentena. Verse mal, sencillamente, baja aún más las defensas de autoestima ya por el piso.
¿Nos dicen que no somos esenciales? ¿Pero para quién? ¿Para un Presidente, un gobernador, un intendente? Ni idea tienen ellos de generar ingresos para pagar un sueldo, un alquiler o un impuesto y pretenden que vayamos a la cola a cobrar una dádiva de 10.000 pesos.
No, señores, somos trabajadores. Independientes, creativos, inversionistas de sueños. Creadores de empleo.
Adrián Caversaschi adrian_edus@hotmail.com