Italia sonríe en la sufrida Lombardía con 15 nacimientos en pocas horas
Alegría. Los médicos dicen que nunca había sucedido. Los toman como un signo del renacimiento.
En la provincia de Cremona, en Lombardía, murieron 1.170 pacientes por el coronavirus. Una buena parte en el hospital local. Pues allí, en un país que hace muy pocos hijos, entre el domingo y el lunes, nacieron como en un milagro quince bambinos, dos de ellos mellizas. La noticia hace festejar a los italianos. “Nadie se lo esperaba, fue una inmensa casualidad a la que todos le damos la bienvenida”, dijo el jefe ginecólogo Aldo Riccardi.
Durante la fase más cruel, en marzo, abril y una parte de mayo, el de obstetricia fue el único departamento no reconvertido a la batalla contra la pandemia. El resto del hospital, reforzado con voluntarios y médicos y personal especialmente contratado, fue dedicado por entero a lucha para salvar a centenares de pacientes, sobre todo a los internados en las unidades de terapia intensiva que hoy lucen desiertos.
Riccardi afirma que la llegada de quince bambinos en una sola jornada “no ocurrió nunca”. “Hemos visto nacer un bebé tras otro sin tiempo para descansar”, explicó la doctora Annalisa Abbiati, que estaba de turno con el doctor Gaetano Scalzona”. En total los partos arrojaron el siguiente resultado: niñas 10, varones 5. Todos sanos.
La Italia de las cunas vacías, que envejece rápidamente y en proyección disminuirá con enormes desequilibrios su población que actualmente es de 60 millones de personas, el año pasado llegó al mínimo de 435 mil nacimientos. Con un saldo final negativo porque fueron 647 mil los fallecimientos en 2019.
El lunes volvieron a casa las mellizas Leila y Lilia con su mamá, festejadas con aplausos risas y lágrimas por las otras madres, los médicos y las enfermeras. La obstétrica Martina Bonazza que las hizo venir al mundo no oculta su emoción y ríe con una sonrisa fatigada porque no paró un minuto durante muchas horas para que todo tuviera un final feliz después de meses de oscuridad y muerte.
Riccardi explica que “para nosotros ésta es una señal de renacimiento”. “Hemos sufrido demasiados lutos”. El primario recuerda los días en que miraba por las ventanas y veía el hospital de campo levantado por los norteamericanos y los carros fúnebres que iban y volvían. “Todos estábamos conmovidos y apesadumbrados, viviendo un luto que era de la ciudad y del propio país”.
Riccardi recordó que los bambinos fueron concebidos en Cremona por sus padres en octubre cuando “nadie en el mundo pensaba lo que estaba por ocurrir”.
En la provincia cremonese los contagiados hasta ahora han sido 6.610, compartiendo el destino de la región lombarda, la más rica y castigada del país, y de las provincias más sufridas, como Bergamo, Brescia, Milan y Pavía. ■