Selva Almada, distinguida en Escocia por crear una “road movie estática”
Su novela “El viento que arrasa” ganó el “First Book Award”, premio votado por lectores, que optaron entre 46 obras.
La cronología de la novela El viento que arrasa en inglés es brevísima, pero no por eso menos contundente, y podría resumirse así: “Se tradujo. Fue premiada”. Es que apenas tres meses después de haber llegado a la lengua de Shakespeare, el libro de Selva Almada cosechó su primer reconocimiento. Fue el “First Book Award” (Premio al Primer Libro), que otorga el Festival Internacional del Libro de Edimburgo, Escocia. Tiene como plus que fue elegido por lectores, algo que los escritores valoran en especial: si bien hubo un jurado que seleccionó las obras finalistas, para la elección del ganador no estuvo involucrada la valoración de los críticos ni de los especialistas. “Me alegra que lo hayan elegido lectores, porque se tomaron el trabajo de votar”, cuenta Almada, de 46 años, recién llegada a Buenos Aires desde Resistencia, Chaco.
Y fue justamente esa geografía, la de Chaco, la que sirvió de escenario para la novela premiada: un reverendo viaja junto a su hija en un auto destartalado por caminos secundarios de esa provincia del norte argentino. El paisaje es árido, hace mucho, pero mucho calor, la transpiración moja la ropa y, por esas cosas de la historia, terminan en un taller mecánico, atendido por un hombre y un muchacho. “Todo es raro y original para la ficción argentina que conozco: no era literatura urbana, no había ironía ni guiños a la comunidad literaria, la autora no contaba una historia autobiográfica”, la elogió Beatriz Sarlo.
Para esta edición del Premio se nominaron 46 libros, incluyendo títulos para adolescentes, de todas partes del mundo, como Canadá, Líbano y Brasil. La condición para participar era que fueran primeras traducciones al inglés o primeros libros de autores anglosajones. La votación se abrió en agosto, durante el Festival, y se cerró en octubre. “Es mi novela con más traducciones (seis). Más allá de que tengo una literatura muy local, en el sentido, de ambientada en el interior de Argentina, lo que cuenta la novela es bastante universal: las relaciones familiares, entre padres e hijos y también con Dios. Más allá de que son paisajes desconocidos para los extranjeros y para los argentinos, que no necesariamente conocemos toda la geografía del país, en algún punto, son cosas que pueden suceder en cualquier parte rural del mundo”, piensa Selva; eso pudo haberles gustado a los lectores.
Nick Barley, director del Festival de Edimburgo, dijo que “El viento que arrasa es una novela silenciosamente devastadora. Es una pequeña obra
“Estos premios nos empujan. Somos parte de una tradición literaria reconocida en el mundo”.
maestra y el libro perfecto para que gane el First Book Award”. Y agregó: “La novela fue una clara favorita entre quienes votaron, con lectores que dejaron comentarios como ‘Este libro es una obra maestra: bello, oscuro, minimalista con personajes tan reales que sentís que en algún momento de tu vida te los cruzaste en algún lugar olvidado junto a la ruta’”.
“Se cuenta con la precisión cinematográfica de una ‘road movie estática’, como una París, Texas del sur. Es una novela distinta que marca la llegada al inglés de una autora con un talento innegable”, consideró el jurado que la seleccionó. Entre las obras participantes estaba Patria, del español Fernando Aramburu.
Publicada por Mardulce en 2012, El viento que arrasa fue traducida este año al inglés como The wind that lays waste por Charco Press, editorial creada por Carolina Orloff, una argentina que hace 20 años vive en el Reino Unido, y que ya planea traducir Ladrilleros y Chicas muertas. “El viento es mi primer libro en inglés, este reconocimiento le va a dar mayor circulación”, sostiene Almada, nacida en Villa Elisa, localidad ubicada a 30 kilómetros de Colón, Entre Ríos.
El libro es, además “muy especial” para Selva, porque fue su primera novela: “Hasta ese momento hacía cuentos y la novela me parecía inaccesible. Justo ibaal taller de Alberto Laiseca y fue importante su impulso”, recuerda la escritora.
Almada se suma a otras argentinas premiadas en las últimas horas: “Esto –sostiene– nos empuja y le da visibilidad a la literatura argentina, reconocida por prestigiosa en el mundo. Somos parte de una tradición”. ■