Vendían turnos para visitar a presos y recaudaban $ 40 mil por fin de semana
Lo apodan “El Brujo”. René Ungaro está detenido y fue condenado a 11 años de prisión por participar en el crimen de quien fuera un pesado del delito en Rosario: Roberto “Pimpi” Camino, ex barra de Newell’s y líder del clan que desde hace tiempo disputa territorio y negocios ilícitos contra otra familia de Rosario: los Funes. Esa pelea provocó a principios del año pasado un recrudecimiento de los homicidios en esta ciudad con atentados impactantes.
A Ungaro se lo señala como uno de los jefes de la banda que tiene entre su caras más visibles a los hermanos Alan y Lautaro Funes. “El Brujo” no sólo cumple la pena por el homicidio de Camino. En 2018 lo imputaron por comandar, desde la cárcel, una organización narco con la colaboración estrecha de los Funes.
Ahora la Justicia de Rosario sumó una nueva acusación contra él: le atribuyen ser el capo de una asociación ilícita montada para cometer distintos delitos buscando defender territorios en los barrios Tablada y Municipal, y en la localidad de Villa Gobernador Gálvez.
Según la investigación judicial, la banda usurpaba casas, atentaba contra sus enemigos, se proveía de armamento, robaba autos y llegó incluso a regular el ingreso de familiares de detenidos que pretendían realizar visitas a la unidad carcelaria de Piñero. El grupo vendía números, amedrentaba a la gente y hasta llegó a tirotear el lugar mientras se hacían colas para el acceso.
En la organización, además de “El Brujo”, quien manejaba todo desde la cárcel, había otros ocho integrantes. El grupo funcionaba desde octubre del año pasado, aun cuando varios de sus miembros estaban detenidos.
Entre las acusadas hay tres mujeres que se encargaban, entre otros ilícitos, de regentear el negocio de la venta ilegal de números para el acceso a la Unidad penitenciaria 11.
Cada persona debía abonar tarifas de hasta $ 2 mil por un turno que permitiera ingresar rápidamente y por fin de semana la banda recaudaba entre $ 40 y 50 mil. En agosto hirieron con disparos a dos personas al voleo para amedrentar a la gente que hacía cola para ingresar en la cárcel.
La jueza de Primera Instancia Valeria Pedrana dictó prisión preventiva por el término de 90 días para todos los imputados. ■