Clarín

Sorprendid­o por la marcha de apoyo, Macri saludó en el balcón de la Rosada

El Gobierno se sorprendió con el magnitud de la convocator­ia, surgida de las redes sociales. El Presidente se emocionó y ahora buscará revitaliza­r su campaña.

- Guido Carelli Lynch gcarelli@clarin.com

El Presidente agradeció el gesto de sus simpatizan­tes, que se concentrar­on en Plaza de Mayo y varias ciudades del interior. “Lo damos vuelta”, les prometió luego de la derrota en las PASO. El impacto podría servirle para revitaliza­r el mellado ánimo del Gobierno con vistas a la dura elección del 27 de octubre.

Hace solo trece días Mauricio Macri enfrentó los micrófonos de Costa Salguero con el gesto desencajad­o por la abultada derrota en las PASO que no esperaba. Ayer, en un marco totalmente distinto, salió del balcón de la Casa Rosada para saludar a los miles de manifestan­tes que se movilizaro­n para brindarle su apoyo allí y en decenas de plazas de todo el país.

Es la segunda vez que el Presidente sale al balcón. La anterior había sido el día de su asunción, cuando bailó al ritmo de Gilda. Esta vez no esperaba semejante movilizaci­ón. Apenas pasadas las 19, en medio de una ovación, apareció ante la multitud acompañado por su esposa Juliana Awada para saludar a sus militantes. Minutos antes, sus colaborado­res habían atado una enorme bandera argentina que caía sobre la fachada de Balcarce 50. A pocos metros, de la Casa de Gobierno completaba la postal la imagen de José de San Martín, colgada por el aniversari­o de su muerte.

Macri permaneció cerca de 15 minutos, hizo gestos de abrazos y revoleó la pequeña bandera argentina que sostenía la primera dama. También se sumó a los cánticos que subían desde la Plaza. “Sí, se puede” fue el que más se escuchó. “No aflojemos, lo vamos a dar vuelta. ¿Cómo no vamos a salir adelante? Con ustedes, por favor, podemos, claro que podemos, vamos a ser mejores”, arengó en un video que subió a las redes desde el balcón.

Pidió tiempo con las manos y regresó para tomarse una selfie que también posteó. “Gracias Argentina!!! Sigamos juntos” era el epígrafe. La plaza quedó iluminada con las linternas de los celulares de los manifestan­tes. Luego regresó a su quinta, Los Abrojos. “Estaba más emocionado que sorprendid­o”, evaluó un funcionari­o. En la Plaza, un hombre reclamaba que dijera unas palabras, pero no les habló a los manifestan­tes.

Un rato antes de que Macri arribara a la Rosada se abrieron las rejas que dividen la Plaza y siempre permanecen cerradas. “No había peligro y fue una decisión de la Ciudad”, explicaron en el Ejecutivo. La movilizaci­ón resultó un calco de la marcha del 1 de abril de 2017, que significó un tubo de oxígeno para el Presidente. El oficialism­o terminó por ganar las Legislativ­as. Ahora el desafío es superior: achicar la diferencia de 15 puntos que Alberto Fernández le sacó en las PASO para soñar con un balotaje.

En 2017, igual que ayer, la convocator­ia corrió por cuenta de la militancia en las redes sociales. La Casa Rosada tomó prudente distancia entonces y ahora, aunque parte de la estructura de voluntario­s -con comunicaci­ón con el búnker macrista- empujó la convocator­ia. El actor y dirigente radical Luis Brandoni hizo circular un video en los días previos, que conmovió a Macri. Hace dos años y ahora la consigna elegida para la convocator­ia no fue partidaria del Gobierno. En 2017 fue “por la democracia”. Esta vez, “por la República”.

En el oficialism­o había incertidum­bre sobre cómo responderí­an sus seguidores. En un lento goteo, los manifestan­tes fueron llegando hasta el Obelisco. A las 17, la hora señalada, no había más de tres mil. En su mayoría eran mayores. Las banderas argentinas se multiplica­ron y se escuchaban canciones patrias.

Poco a poco, los manifestan­tes comenzaron a marchar hacia la Plaza de Mayo, que también se llenó de jóvenes y matrimonio­s con chicos. Los cánticos a favor de Macri (“ponga huevo” y “para Mauricio la reelección”) encendiero­n a la gente. “El que no salta es un chorro” y “vinimos con la SUBE” fueron otros de los que se mezclaron con los pedidos de mayor fiscalizac­ión. Los seguidores oficialist­as remarcaban que no los había movilizado ningún “aparato”.

Ante la falta de quien organizara la manifestac­ión,los cánticos se superponía­n. Por momentos, el silencio ganaba la Plaza hasta que los drones - que Marcos Peña pidió jubilar- avivaron los ánimos. Hubo reclamos de más cobertura de los medios y se escucharon cuestionam­ientos a “los periodista­s panqueques”. Un móvil de C5n recibió agresiones. ■

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PRESIDENCI­A En la Plaza. Macri, junto a su esposa, Juliana Awada.
 ?? MARCELO CARROLL ?? Emoción. Mauricio Macri agradece ayer las muestras de adhesión de sus seguidores desde el balcón de la Casa Rosada, acompañado por su esposa, Juliana Awada.
MARCELO CARROLL Emoción. Mauricio Macri agradece ayer las muestras de adhesión de sus seguidores desde el balcón de la Casa Rosada, acompañado por su esposa, Juliana Awada.

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