Después de 16 años, las finalistas del Mundial son dirigidas por mujeres
La única vez en la que hubo entrenadoras en los dos bancos fue en Estados Unidos 2003, donde ganó Alemania.
Mientras cada vez son más las mujeres que juegan al fútbol, ese número no se multiplica entre entrenadoras, árbitras ni dirigentes. Pero no se trata de una cuestión de capacidades; quedó evidenciado en el Mundial de Francia, donde las finalistas (Estados Unidos y Holanda) son dirigidas por mujeres: Jill Ellis y Sarina Wiegman.
La única vez en la que dos equipos con entrenadoras habían llegado a la final de la Copa del Mundo había sido en 2003, cuando Alemania conquistó su primer título al vencer a Suecia 2 a 1. En esa oportunidad, Tina Theune conducía a las alemanas y Marika Domanski-Lyfors a las escandinavas.
Hasta ese Mundial los seis finalistas habían sido dirigidos por hombres: Anson Dorrance a EEUU en 1991, Even Pelleruden a Noruega en 1991 y 1995, Gero Bisanz a Alemania en ese mismo año, Tony DiCicco a las norteamericanas y Yuanan Ma a China en 1999.
Después de 2003, en cambio, siempre hubo una mujer. Silvia Neid, ex asistente de Theune, condujo a Alemania a su segundo título en el Mundial de China 2007; la sueca Pia Sundhage fue la entrenadora de la selección estadounidense subcampeona en Alemania 2011; y Jill Ellis ganó el título con Estados Unidos en Canadá 2015.
En Francia, Ellis buscará su bicampeonato y el cuarto título para Estados Unidos. De lograrlo, será histórico: igualará lo conseguido por Vittorio Pozzo, que sacó campeón a Italia en 1934 y 1938, y se transformará en la primera mujer en ganar dos títulos en la historia de los Mundiales.
Sin embargo, esta inglesa de 52 años es resistida por muchos y criticada por varios. La señalan por los cambios que hace, por el juego que propone y también por su capacidad de liderazgo. Sin embargo, sus números son incuestionables: en 126 partidos con la selección mayor, ganó 101 y perdió solo 7. En Copas del Mundo un equipo suyo nunca sufrió una derrota.
Antes de llegar a la selección, su recorrido como DT se dio en equipos universitarios: estuvo en la Universidad de Virginia y en la de Illinois, donde se consagró al llevar al equipo a las finales de la NCAA. Entonces, llegó a la UCLA y durante once temporadas lideró al equipo femenino a ocho Final Four de la NCAA. En 2011 la Federación de Fútbol de los Estados Unidos tocó su puerta: Ellis se hizo cargo de la sub-20 y sub21, además de transformarse en la asistente de la sueca Pia Sundhage. En 2014, finalmente, la sucedió en el cargo y un año después alcanzó la gloria en Canadá, al tiempo que la FIFA la reconoció como la mejor entrenadora del mundo en ese 2015.
Antes de la Copa del Mundo en Francia, consultada sobre por qué no hay entrenadoras dirigiendo hombres, respondió: "¿Por qué no ha sucedido? Porque no ha habido una oportunidad para que esto ocurra. Pueden tener todas estas mujeres realmente calificadas, pero, al final del día, las personas que toman las decisiones son aquellas que tienen que ver esto sin involucrar el género para dar una oportunidad".
Sarina Wiegman, en tanto, tuvo un recorrido más destacado como futbolista. Vistió la camiseta de Holanda 104 veces y jugó durante casi una década en la máxima categoría del fútbol holandés, en la que ganó dos ligas y una copa. Cuando se retiró, trabajó en las categorías formativas de la Federación Holandesa (KNVB), en las inferiores del Sparta de Róterdam y en el primer equipo del ADO Den Haag.
Regresó a la KNVB como ojeadora y después ejerció como asistente técnica de Roger Reijners, en el debut mundialista de Holanda en 2015, y de Arjan van der Laan, a quien sucedió en 2017, primero como interina. Con ella al mando, Holanda venció por 4-2 a Dinamarca en la final de la Eurocopa de 2017 y se coronó campeona de Europa por primera vez,. Luego de esa consagración, la FIFA le entregó el premio The Best a la mejor DT del fútbol femenino de ese año, imponiéndose al francés Gérard Precheur y al danés Niels Nielsen.
Jill Ellis y Sarina Wiegman fueron dos de las nueve entrenadoras que tuvo el Mundial de Francia. Y para acceder a esta final vencieron a dos hombres (Phil Neville, DT de Inglaterra, y Peter Gerhardsson, de Suecia) demostrando que el fútbol no tiene género. ■