Seguirá detenida la mujer que mató al marido a puñaladas
El juez había ordenado liberarla, al considerar que había un contexto de violencia de género, pero la fiscal apeló.
Pese al reiterado pedido de familiares y asociaciones contra la violencia de género en la puerta de las fiscalías descentralizadas de Malvinas Argentinas y a que lo ordenó el juez de la causa, se frenó la “excarcelación extraordinaria” de Paola Córdoba, de 38 años, y su hija Milagros Naiaretti, de 18. La fiscal apeló y ahora la resolución está en manos de la Cámara de Apelaciones. Las dos están detenidas desde el 9 de marzo por el crimen de Alberto Naiaretti (46), -marido y padre respectivamente-, en su casa de José C. Paz. El cuerpo tenía 185 puñaladas y ambas confesaron el asesinato. Alegaron que desde hacía años eran víctimas de violencia doméstica.
Pese a que el juez de Garantías Alberto Brizuela ordenó el viernes la excarcelación de madre e hija la fiscal Silvia González Bazzani trabó la firma, que podía haberse asentado el lunes. El plazo para que se expidiera vencía hoy, pero la apelación de lo ordenado por la titular del juzgado N° 4 de San Martín llegó un día antes.
Esto era lo que temía la familia de las detenidas. Es que, como expresó a los medios María, hermana de Paola, la fiscal Bazzani había recibido a Paola en enero de 2018 por una de las denuncias de violencia de género en contra de su marido.
Fue una de las 7 veces que Córdoba acudió a la Justicia, entre 2003 y 2018, por los ataques de su pareja. Contó que era víctima de violencia psíquica, física y económica. Pero las denuncias recién fueron unificadas ahora, tras el crimen de Naiaretti.
Según pudo saber Clarín de fuentes de la fiscalía, “por parte de la defensa en el Juzgado no hubo pedido alguno de recusación de la fiscal”.
La “excarcelación extraordinaria” de Paola y Milagros había sido ordenada por el juez en el marco de un caso de “violencia de género histórico”.
En el crudo relato de la chica de 18 años se describieron escenas en las que Naiaretti golpeaba a su madre en la cabeza “por haber gastado $ 1.500 en regalos de Navidad”, la torturaba con la hidrolavadora que usaba en el lavadero de autos del que era dueño y a ella le recriminaba que debía ser más agradecida porque no la violó. Su madre, en tanto, habló de más de 22 años de calvario y aseguró que el hombre la obligaba a prostituirse.
En caso que la Cámara conceda la liberación, Brizuela impuso como condiciones que madre e hija permanezcan los primeros 30 días en la casa de una hermana de la primera y que no se alejen a más de 100 km. mientras siga la investigación. ■