Clarín

Tuvo una escala de 3,8 y percepción “de leve a media”

- Roxana Badaloni, Mendoza

El Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), con sede en la ciudad de San Juan, midió con su sismógrafo que el sismo de ayer en el Conurbano bonaerense fue de 3,8 en la escala de Richter, lo que se considera de baja magnitud. Sin embargo, la escala de Mercali, que mide la intensidad con la que los habitantes perciben el fenómeno telúrico, el registro dio entre III y IV (se utilizan números romanos), que marca un movimiento de leve a medio, perceptibl­e en algunos edificios o como si el piso se moviera por el paso de un camión.

El evento sísmico fue a las 10 horas, 27 minutos de ayer; a 32 kilómetros al sur-suroeste de la ciudad de Buenos Aires y a 50 kilómetros al oeste de La Plata, cerca de la localidad de Esteban Echeverría.

El epicentro estuvo a 25 kilómetros de profundida­d, que significa que fue un temblor superficia­l. Fue el tercero de mayor intensidad en la historia de la Provincia.

La escala de Richter calcula la energía liberada en el foco del sismo a raíz del resultado de una fórmula matemática. "Al medir 3,8 implica que fue un sismo de baja magnitud, comparado con otros sismos como el terremoto del 1944 en San Juan, que fue de 7.4 en la escala Richter”, explica Raúl Goubat, técnico del Inpres.

En 2010, el terremoto del Chile en la ciudad de Concepción fue 8,8 en la escala de Richter y fue destructor.

Goubat dice que al ser un sismo cerca de la superficie, a 25 kilómetros, en la ciudad de Buenos Aires, se percibió entre III a IV grados Mercali.

“La percepción fue de leve a moderada, es decir que lo advierten algunas personas, en especial los que viven en edificios altos y otros ciudadanos pueden pensar que se trata del paso de un camión, o tal vez un o un mareo”, describe. Y aclara que puede ocurrir al revés, “un sismo de mucha energía liberada pero baja percepción”.

Eso es lo que ocurre en Santiago del Estero donde hay temblores de 600 kilómetros de profundida­d y 6 grados de magnitud Richter pero que no se sienten en superficie.

Sobre los antecedent­es de otros episodios telúricos en Buenos Aires, el Inpres dice que el más importante ocurrió el 5 de junio de 1888 cuando hubo un sismo que afectó a la región del Río de la Plata, incluido Montevideo. “Por debajo del cauce del río, pasa una falla tectónica. Fue de 6 grados en la escala de Mercali modificada”, detalla el registro en la página oficial (www.impres.gob.ar).

La Argentina es un país sísmico de norte a sur y de este a oeste. Estamos cerca de la zona de placas tectónicas: al oeste por el Pacífico está la placa de Nazca y en el territorio argentino, la placa Sudamerica­na. Las dos placas viajan en sentido opuesto, se mueven permanente­mente, ese movimiento es impercepti­ble pero los instrument­os técnicos del Inpres lo captan y ese es el origen de los sismos.

“Es poco habitual que ocurra un sismo en Buenos Aires pero no es anormal. Sin dudas, no fue nada más que un sismo menor”, explica una y otra vez el técnico del Inpres. En San Juan, Mendoza y La Rioja, estos episodios ocurren a diario. A las 5 de la mañana de ayer, hubo uno temblor de 3,2 en San Juan; y el jueves, a las 14, hubo otro de 3,1 de magnitud en la capital mendocina.

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