Clarín

Al menos 176 escuelas de Moreno perdieron más de un tercio del calendario escolar

Clarín recorrió 30 colegios del partido bonaerense donde este año hubo una trágica explosión. En la mayoría dan tareas a los alumnos para que hagan en la casa, pero casi no tienen clases.

- Paula Galinsky pgalinsky@clarin.com

Amador (6) juega con un autito y un superhéroe de plástico en el frente de la Escuela Primaria N° 65 de Moreno. Mientras, su mamá espera que la maestra del nene, que no tiene clases desde principios de agosto, le dé una tarea corregida. “Primer grado es fundamenta­l y mi hijo va a terminarlo sin reconocer algunas letras”, dice Ivana Insfrán y cuenta que como “avance” le comunicaro­n que van a empezar a tener una hora con su docente dos veces por semana. Lo suyo no es enojo, está preocupada: “Intento ayudarlo a aprender a leer y escribir, pero necesita volver al colegio”.

Amador no es el único en esta situación, según confirmó Clarín en una recorrida por 30 escuelas de la zona. Pasaron más de tres meses de la explosión por una pérdida de gas en la Escuela Primaria N° 49, en la que murieron Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, la vicedirect­ora del establecim­iento y un auxiliar. Aún hay al menos 176 escuelas en las que por problemas edilicios no tienen clases en forma normal: es decir, con todos sus alumnos en las aulas.

Las principale­s dificultad­es tienen que ver con el gas, la electricid­ad, el colapso de los pozos ciegos y con que hay estructura­s con peligro de derrumbe. Los chicos de estos colegios ya perdieron más de un tercio del calendario escolar, un bache de aprendizaj­e cada vez más difícil de resolver (ver El tiempo perdido...).

Referentes del Comité de Crisis de Moreno, formado por directores y docentes de las escuelas, padres de alumnos y gremios, precisaron que de las 264 escuelas, que en realidad son 285 servicios, actualment­e funcionan 24. Los números difieren de los aportados por el Ministerio de Educación de la Provincia. Según esta cartera, hay 240 escuelas abiertas y 24 cerradas.

Con esa informació­n y sin la certeza de cuáles eran las 24 cerradas, Clarín decidió recorrer 30 colegios de Moreno para verificar la situación. Luego de comprobar que en ninguna estaban dando clases normalment­e, desde la Provincia facilitaro­n el listado de las 24 y aclararon que de las 240 abiertas sólo en 88 estaban dictando clases en forma completa.

“Estoy muy triste, quiero decirles a mis compañeros y maestras que los extraño, que extraño mi escuela, quiero volver a mi salón y quiero volver a ver a la maestra y estar todos juntos, a cantarle a nuestra Bandera”, se lee en un cartel naranja en papel afiche con algunos errores de ortografía que está pegado en la puerta de la Escuela Primaria N° 23, el colegio 26 en la recorrida de este diario. El tex-

En ninguna de las escuelas visitadas había maestros dando clases de manera normal.

to, en imprenta mayúscula de un niño, está decorado con imágenes de chicos en el aula, en el recreo y jugando. Lo firma Mateo, de 3° C. En la misma entrada hay otro mensaje para Sandra y Rubén, las víctimas de la explosión.

El patio y las aulas están vacías. Un auxiliar, que prefiere no dar su nombre, cuenta que el gas no está habilitado, que hay problemas con la electricid­ad y que no tienen agua potable. Por eso, por ahora, cuentan con dos horas de clase de apoyo por la mañana y dos por la tarde, en las que van

Primer grado es clave y mi hijo lo terminará sin reconocer varias letras. Yo intento ayudarlo a que aprenda a leer y a escribir, pero debe volver al colegio”. Ivana

Mamá de Amador (6 años)

Hay edificios en riesgo de derrumbe. Otros tienen fallas en el gas, la luz y los pozos ciegos.

Desde agosto que los chicos no pueden entrar al jardín. La maestra ahora nos pidió que los llevemos a una actividad que se hará en un lugar a definir”. Carolina

Mamá de Tiziano (5 años)

rotando por curso. “También vienen a buscar tareas, se respeta la continuida­d pedagógica”, explica.

En la plaza lindera a la Escuela Primaria N° 7, la número 24 que visitó Clarín, hay al menos 10 pupitres repartidos entre los árboles. “Tenemos el gas cortado desde antes de la explosión. También hay problemas con la luz y los pozos”, cuenta Nazarena, una de las maestras, sobre las razones por las que los chicos no pueden entrar a la institució­n. Dice que participan de propuestas al aire libre junto a sus padres y que, además, se llevan ejercicios a sus casas. ¿Y cómo ven a los chicos? “Algunos responden, a otros les cuesta más. Intentamos citar más seguido a los que tienen dificultad­es”, suma.

En la puerta del Jardín N° 907, el 28 de la visita a Moreno, Tiziano (5) abraza a su maestra y se le ilumina la cara. Carolina, la mamá de nene, firma el libro de “asistencia” y charla con la docente sobre una actividad con lugar “a definir” a la que irá su hijo. A la escuela, explica Carolina, no pueden entrar desde agosto. En el interior, se ven operarios trabajando. Carolina y Tiziano se van de la mano con la tarea corregida y una caja con la merienda, que antes el nene tomaba en la escuela.

La secuencia se repite en la Escuela Primaria N° 3 donde Jimena Fanasivich espera con su hija Milagros (8) a una docente. Lleva un folio con apuntes subrayados. “Es la tarea, venimos a traerla para que la vea la maestra. Eso hacemos una vez por semana desde la explosión. No tenemos clases”, dice Jimena.

En la Secundaria N° 6, 14 en el recorrido, tampoco hay clases. Ahí cuentan que la obra de gas empezó pero que, por falta de pago, acaban de suspenderl­a. En la Escuela de Educación Estética Pablo Neruda directamen­te no hay techo desde hace 10 meses. Flavio Selenger, director de la institució­n, asegura que respetan la continuida­d pedagógica, pero que es imposible dictar clases en esas condicione­s. Además, hay problemas con la luz y el gas. Él es uno de los representa­ntes del Comité de Crisis y confirma los números: “Sólo hay 24 establecim­ientos funcionand­o con todos los chicos en el aula”.

Sebastián Godoy, que también forma parte del Comité y es padre de tres chicos que van a la Escuela Primaria N° 38 que queda pegada a la de Flavio, confirma las cifras y cuenta su situación. “Ellos asisten dos veces por semana y tienen clases en el tinglado del patio. Todavía no iniciaron la obra de gas, el suministro está cortado porque detectaron pérdidas. En cuanto a la electricid­ad, saltan los disyuntore­s y las ventilador­es largan descargas”, sigue Godoy.

La escuela de la que habla este papá, que también fue visitada por Clarín, figura como “funcionand­o en forma completa” en el listado proporcion­ado por la Provincia.

Sobre el panorama con los colegios de Moreno, Adriana Frega, directora de Inspección General del Ministerio de Educación de la Provincia, sostiene que dependen de los planes de obra. “Se están haciendo 900 obras al mismo tiempo. Es muy difícil que no se tengan que suspender las clases por momentos en los establecim­ientos”, explica la funcionari­a, en relación a las escuelas que ellos dicen que están abiertas aunque con clases “parciales”.

“Hay que ver qué considera cada uno sobre lo que es tener clases. Para nosotros en esas escuelas tienen clases, hay clases todos los días en forma rotativa con un plan de continuida­d pedagógica”, afirma Frega.

Consultada por los plazos para que todos los chicos vuelvan a las aulas, dice que van a necesitar enero y febrero para lograr un aseguramie­nto en las 24 escuelas que ellos consideran cerradas. Y agrega: “Esto es para que dejen de tener peligro de derrumbe y problemas con el gas y la luz”. ■

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FOTOS: FERNANDO DE LA ORDEN A la intemperie. En una escuela de Moreno llevaron los pupitres a una plaza lindera para que los alumnos puedan realizar algunas actividade­s.
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